Borrar
Urgente Muere el mecenas Castellano Comenge
Imagen del proyecto de Javier Goerlich para la Estación de Autobuses de Valencia. David Sánchez Muñoz
El megaproyecto de una estación de autobuses digna para Valencia
La Valencia imaginada

El megaproyecto de una estación de autobuses digna para Valencia

Javier Goerlich plasmó sobre plano una gran construcción en el Llano del Remedio pese a que décadas después se alzara en el barrio de Tendetes

Jaume Lita

Valencia

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 9 de junio 2019

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«La gran llaga arquitectónica de Valencia es su actual estación de autobuses». Así de contundente Daniel Benito Goerlich, profesor de Historia del Arte en la Universitat de València, para hablar de la construcción que desde la década de los 70 vive como destino y punto de partida para decenas de grandes vehículos cada día. Situada en el barrio de Tendetes, durante el siglo XX varias fueron las ubicaciones sobre las que se establecieron estaciones temporales para unir Valencia con diferentes localidades de la provincia y del resto de la región. Años después, tras la Guerra Civil, llegó el megaproyecto de la estación de autobuses para la ciudad de Valencia que llevaba por título: «Estación Central de Autobuses para servir las líneas de las carreteras de Barcelona-Teruel y Ademuz, de la zona norte de la ciudad de Valencia».

Hasta que Goerlich plasmara ese gran edificio, Valencia contó con otros proyectos para albergar la salida y meta de las diferentes líneas de autobuses metropolitanos.y regionales. En 1929 Ángel Romaní ideó un edificio que, según recoge David Sánchez Muñoz en su libro 'Arquitectura y espacio urbano en Valencia, 1939-1957', era de estilo gótico civil (como la Lonja de la Seda) con un hastial en su fachada y una torre esbelta en la que se situaban los escudos de Valencia y otros municipios con los que se unía mediante autobuses como Alzira, Requena, Llíria, Serra o Sueca, entre otros. Además de esta idea, existen ubicaciones como próximas a las Torres de Quart o Serranos, así como solares de Guillem de castro o calle Xàtiva que se utilizaron como estacionamiento de autobuses pero siempre con carácter temporal.

La zona de Valencia más utilizada para albergar la estación de autobuses fue la comprendida entre la Estación del Norte y San Agustín. Allí, Luis Basset Badía proyecta en 1934 una zona de aparcamiento entre la calle Xàtiva y San Vicente, un lugar de parada temporal para los autobuses. Además, hay que sumar un proyecto que concluido, no se utilizó con el fin que se pensó en un principio. En la antigua plaza Nicolás Salmerón (actual zona comprendida entre la Estación del Norte, calle Xàtiva y Marqués de Sotelo) tenía la salida prevista de los autobuses con para en el edificio Santonja. El arquitecto Luis Albert diseñó esta construcción en 1934 y las obras concluyeron en 1940, después de que en un primer momento el Ayuntamiento de Valencia denegara la utilidad para la que se construía.

Justo al concluir la Guerra Civil Valencia acoge el primer gran proyecto para reavivar la ciudad tras la contienda nacional. Javier Goerlich presentó los planos y diseños de un edificio a situarse en el Llano del Remedio, entre Navarro Reverter y el cauce del río Turia. Esta construcción de grandes dimensiones habría revolucionado esta zona de la ciudad, en la que ya se idearon otros edificios de enormes dimensiones, y las comunicaciones con el resto de localidades. Con capacidad para 66 vehículos de las 22 líneas existentes en la época que llegaban desde municipios de las carreteras de Barcelona y Ademuz, en su interior se situarían los servicios necesarios para un punto neurálgico de tal calibre, así como un hotel «de segundo orden», según recoge David Sánchez Muñoz, viviendas para los empleados, diferentes oficinas, además de bajos comerciales y una zona de exposición de productos valencianos. No faltaban en su interior espacio para vigilancia, policía y restaurantes. La imagen del proyecto de Goerlich habla por sí sola. Un edificio único, icónico y modélico para una nueva Valencia.



Según el proyecto, la entrada y salida de vehículos para la gran Estación de Autobuses de Valencia, a la que llegaban las líneas del norte de la provincia, estaba prevista en la plaza Simón Bolívar (hoy plaza América) para dirigirse al recientemente estrenado, en aquella época, puente de Aragón. Los pasajeros accederían al recinto por Navarro Reverter, una vía que pasaría a ser punto esencial en las comunicaciones de la ciudad, ya que posibilitaría que desde el centro de la ciudad se pudiera llegar a varios puntos de la provincia.

El 30 de octubre de 1939 se aprobó la construcción de este megaproyecto, pero el 11 de noviembre se recibió en el Ayuntamiento una notificación del Estado Mayor de la 3ª Región Militar haciendo valer sus derechos sobre ese mismo terreno, el antiguo solar de la Ciudadela de Valencia y en el que hoy se encuentra el edificio de Gobierno Militar. Esta solicitud militar rompió la posibilidad de tener en Valencia la Estación de Autobuses de Goerlich, de contar con una construcción muy diferente a la que hoy se encuentra en el barrio de Tendetes. «La auténtica llaga arquitectónica de Valencia», así describe Daniel Benito Goerlich el edificio que se alzaría en la década de los 70 para dar el mismo servicio con el que se ideó la Estación de Navarro Reverter. Por aquel entonces se contó en General Urrutia con un punto de estación para las líneas que hacían parada en Valencia para dirigirse a las poblaciones del sur de la ciudad.

Este proyecto no realizado es una de las joyas que guarda la cartera de construcciones de Javier Goerlich en la ciudad de Valencia y forma parte de esa 'Valencia imaginada' de ideas no llevadas a cabo en la que se encuentran la nueva plaza de la Reina porticada, la gran Basílica para la Virgen de los Desamparados, las 5 grandes avenidas desde la plaza de la Reina, el Partenón de Atenas que se quería copiar para la Exposición Regional de 1909, la inacabada ciudad-jardín de la burguesía valenciana, los solares a los que se quiso trasladar la plaza de Toros, el aeropuerto de Valencia sobre la Albufera, la gran residencia para Franco en Viveros, la iglesia tan alta como el Miguelete en honor a San Vicente Mártir o, entre muchos otros, la gran ciudad Sanitaria de Valencia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios