El anestesista que sedó a la niña fallecida en Alzira, detenido por homicidio imprudente y por sustraer fármacos en un hospital
El médico especialista está acusado también de los delitos de lesiones, omisión del deber de socorro y contra la salud pública
La crónica de una detención anunciada. El arresto del anestesista que sedó a la niña fallecida en Alzira es ya una certeza. La Policía Nacional ha detenido este miércoles en Valencia al especialista como presunto autor de un delito de homicidio por imprudencia grave. Una supuesta mala praxis cuando administró las dosis a dos menores en una clínica dental de Alzira causó la muerte de una de las niñas y la grave intoxicación de la otra, según las investigaciones policiales.
Tras leerle sus derechos e informarle del grave delito que habría cometido, los agentes han trasladado al anestesista a la Inspección Central de Guardia (ICG) en el complejo de Zapadores, donde la Policía Científica le ha tomado las huellas. Los agentes del Grupo de homicidios han detenido al médico tras una exhaustiva investigación y dos registros realizados en su domicilio y la clínica dental de Alzira.
Según han informado hoy fuentes de la Jefatura superior de Policía de la Comunitat Valenciana, el anestesista está acusado de los delitos de homicidio, lesiones, omisión del deber de socorro, contra la salud pública y hurto. Pocas horas después del arresto del especialista, agentes del Grupo de Homicidios han detenido en Alzira a la propietaria de la clínica, una mujer de 50 años, como presunta autora de los delitos de omisión del deber de socorro y contra la salud pública.
Según las investigaciones policiales, el médico detenido habría sustraído fármacos, presuntamente, en un centro hospitalario de Valencia. Estos anestésicos empleaba en las clínicas dentales en las que realizaba las sedaciones. Detrás de esta práctica estaría la falta de autorización administrativa de la clínica de Alzira para realizar sedaciones por vía intravenosa.
Ante la ausencia de este documento, el especialista utilizaba los fármacos que hurtaba en el centro hospitalario para sedar a los pacientes, entre ellos la niña fallecida y la otra menor que sufrió una grave intoxicación.
El detenido es licenciado en Medicina por la Universitat de València en 2006, especialista en anestesia obstétrica, pediátrica y fuera del área quirúrgica, y tiene también el título de Suficiencia Investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). También es un experto en ventilación mecánica e intubación traqueal, según informaron fuentes médicas. El arresto del especialista y su supuesta mala praxis ha sorprendido a sus compañeros, que lo consideran «un buen profesional».
Los investigadores de la Policía atribuyen un delito de omisión del deber de socorro al anestesista y a la directora de la clínica por no prestar, presuntamente, una atención médica adecuada a las dos niñas, y por no avisar a los padres de la segunda menor que la primera estaba hospitalizada tras la sedación por vía intravenosa.
Tras tomar declaración a los padres de las dos niñas y a los dos investigados, la Policía realizó una reconstrucción de los hechos ocurridos dentro de la clínica Mireia para esclarecer los hechos y determinar la posible responsabilidad penal de los dos especialistas. Los investigadores consideran que la actuación de ambos supuso un peligro manifiesto y grave para la segunda niña sedada, que sobrevivió tras su ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) pediátrica del Hospital Clínico.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, el médico estuvo varias horas en paradero desconocido después de que trascendiera el fallecimiento de la niña de seis años en el Hospital de la Ribera. La Conselleria de Sanidad pidió entonces a la Policía que lo localizara. Estaba muy apenado por su presunta responsabilidad en el trágico suceso.
El detenido, que trabaja para varias clínicas privadas, ya fue interrogado por agentes del Grupo de Homicidios poco después de que acudiera con su abogado a una reunión con técnicos del Servicio de Inspección de la Conselleria de Sanidad, un organismo que vela por el cumplimiento de la normativa sanitaria en los centros y servicios de la Comunitat Valenciana.
Tras esta reunión, los investigadores trasladaron al especialista a dependencias policiales para tomarle declaración, y los técnicos de la Conselleria de Sanidad comenzaron a elaborar un informe para remitirlo a la jueza de Alzira que investiga la muerte de la niña.
Según los expertos, los fallecimientos por una descompensación de anestesia son muy inusuales y se producen siempre en quirófano. Otra hipótesis que barajó la Policía es que algún producto utilizado en la clínica estuviera contaminado por una bacteria, y la Conselleria de Sanidad también investigó la trazabilidad de la sustancia sedante administrada a las dos niñas.
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