La Iglesia devolverá a Xàtiva los terrenos del Bellveret inmatriculados a su nombre
Desde la institución eclesiástica aseguran que procedieron a registrar los terrenos porque en el catastro municipal constaba como titular la Colegiata de Santa María
B. González
Xàtiva
Martes, 28 de octubre 2025, 15:00
Hasta 1998, la Iglesia podía inmatricular bienes mediante certificación, pero no en el caso de los templos. Fue a partir de ese año cuando comenzó en España el proceso de inmatriculación de bienes por parte de la entidad eclesiástica, a raíz de la reforma del Reglamento Hipotecario al considerarse inconstitucional y discriminatoria la exclusión de los templos católicos de la inscripción, dado que otras confesiones sí que tenían registrados sus espacios de culto.
Así, desde 1998 y hasta 2015 la Iglesia inscribió en el Registro de la Propiedad unos 35.000 bienes, de los que alrededor de 15.000 fueron viviendas, suelos o terrenos. Uno de esos terrenos que fueron inmatriculados fueron los del Bellveret, junto a la ermita de Sant Josep, en Xàtiva, concretamente consta como propiedad de la Iglesia en el Registro desde el año 2002.
Unos terrenos que son de propiedad municipal y que el Ayuntamiento no ha sabido de que oficialmente son de titularidad eclesiástica hasta ahora, gracias al aviso de un vecino particular. La administración local, tras constatar este hecho, se puso en contacto con la Colegiata de Santa María, que es la que consta en concreto como titular para reclamar estos terrenos. A raíz de las conversaciones entre ambas partes, se ha llegado a un acuerdo y este lunes se firmará un convenio transaccional por el cual la Colegiata devuelve estos terrenos a propiedad municipal.
Un convenio que pasará previamente este jueves por el pleno municipal y en el que no hay ninguna contraprestación ni compensación económica, según han asegurado ambas partes a LAS PROVINCIAS. La devolución es sólo de los terrenos. En la transacción no entran ni la ermita de Sant Josep, ni el inmueble adjunto donde actualmente hay un restaurante.
De hecho, desde el Ayuntamiento aseguran que la buena voluntad ha estado presente en todo el proceso por parte de los representantes de la Iglesia. El abad de la Colegiata, Camilo Bardisa, asegura que en ningún momento ha habido mala fe a la hora del registro en la propiedad de estos terrenos. Explica que la inscripción se realizó porque constaban en el catastro municipal como propiedad eclesiástica y que, por tanto, en ese proceso de inmatriculación, se procedió a registrarlo a su nombre.
«Atendiendo a los papeles que teníamos, así actuamos y desde el Ayuntamiento saben que ha sido un error, que alguien los registró en el catastro como propiedad de la Colegiata cuando no era así. Ahora, vamos a devolver los terrenos a su propietario a través del convenio», apunta el abad.
Gracias a ese buen entendimiento, el Ayuntamiento de Xàtiva evita un litigio judicial en el que, dada la inscripción catastral en la que se basó la inmatriculación, la Justicia podría haber dado la razón en su titularidad a la Iglesia.