La primera generación fallera del Roig Arena

La mudanza de la Fonteta al Roig Arena ha valido la pena. El templo de los conciertos y del deporte se convirtió por unas horas en la 'Superbowl fallera' con un espectáculo lleno de ADN valenciano. En una entrevista concedida por el concejal de Fallas, Santiago Ballester, la pregunta era inevitable: «¿La gala fallera ha llegado a Roig Arena para quedarse?». Su respuesta fue: «Lo veremos. Mi ilusión sería que sí».

En cuanto al espectáculo, el sello de la terreta se notó desde el primer minuto con el homenaje a Sorolla. Uno de sus cuadros , el de 'Las Grupas', cobró vida para simular, con su voz en off interpretada por Dani Tatay, la lectura de las cartas que dirigía el pintor a su esposa Clotilde, voz de la periodista Paloma Insa.

Si la última Crida dejó un buen sabor de boca, el acto de la elección de las candidatas a fallera mayor de Valencia sirvió para ensalzar tradiciones cuadros costumbristas que reprodujeron, como si de actores se tratasen, los pescadores de El Palmar.

Este año celebran sus 775 años de historia en la Albufera y el público pudo ver a los directivos de la cofradía, con caras conocidas como José Caballer; su secretaria, Amparo Aleixandre o Carmen Serrano, una de las mujeres que luchó por los derechos de pesca de las mujeres vestidos de faena para representar el arreglo de redes y de velas, la venta del pescado o el guiso del all i pebre.

Muy emotiva fue la representación del atardecer de la Albufera, el decorado ambientado en la laguna y la fusión del Himno de España y el Regional, con una Real Senyera en medio del escenario. Sin duda, uno de los momentos más aplaudidos fue cuando salieron personajes representativos de las fiestas valencianas que están de aniversario, como el Corpus con la Moma, un cirialot, el heraldo o las banderolas de la fiesta de Los Niños de la Calle San Vicente.

Valencia es tierra de músicos y la banda sinfónica creada para la velada, con componentes de bandas de Valencia y del resto de la Comunitat, y bajo la batuta de Quique Montesinos, consiguió emocionar a los 12.000 espectadores (un 66% más que el año pasado). Además, la versión en homenaje al incomparable Nino Bravo, de Kike Soriano, sorprendió a los presentes que la bailaron desde sus asientos.

La danza, otra de las luces tan especiales que de Valencia, también fue otra gran protagonista bajo la dirección del coreógrafo valenciano Álvaro Cuenca. Se combinaron piezas clásicas con otras de índole contemporáneo y, como no podía ser de otra manera, la danza regional valenciana estuvo representada por Les Folies de Carcaixent.

El discurso de despedida de Berta Peiró y Lucía Gil fue entrañable. El momento más íntimo lo puso Berta al recordar que la vida le puso a prueba muy pronto, con el fallecimiento de su padre, «pero mamá supiste coger las riendas con fuerza. Gracias por guiarme con amor». También indicó que seguro que su progenitor, que le introdujo en las Fallas, hubiera estado feliz de estar allí, «pero sé que estás bien acompañado de Sento, el padre de Clauchi».

Las palabras de cariño de Lucía a su familia hicieron llorar hasta a su padre. La niña, además, ya bautizó al Roig Arena como 'el pabellón de los sueños'.

En sus discursos también hicieron referencia a la 'llum' que da título a la gala. Berta dijo: «He comprobado que los falleros sois la luz que nunca se apaga» mientras Lucía recordó que «Valencia es solidaria y sabe resurgir del fuego y del fango».

Hubo un guiño a las cortes. Berta señaló: «Sé que cuando la luz se apague, tendré lo más valioso: a vosotras, la corte». Y Lucía hizo un ruego: «Quiero pediros un favor al pabellón entero. El mundo fallero siempre se levanta cuando las falleras mayores entran y pido que os levantéis para dar un sentido aplauso a mi corte». El público se alzó y encendió las linternas del móvil para simular las estrellas.

Berta recordó en su adiós que «mientras los falleros sueñen, las Fallas serán eternas» y Lucía añadió que el mundo fallero «deja encendida siempre la llama». Ambas pidieron a las candidatas disfrutar de un sueño único. En la segunda parte de la velada siguieron los motivos y decorados realizados por David Sánchez Llongo y Z, en este caso, con un nuevo escenario: el puente de San José, con la dirección del arquitecto Nacho Fernández. Si en la primera mitad se conquistó al público con el sonido de las campanas del Micalet, en la segunda, los grillos crearon gran ambiente y volvieron las campanas con la aparición del sereno.

En el nuevo desfile de las candidatas el público se entregó y las aplaudió como muestra de cariño y el silencio se hizo cuando el secretario general de la Junta, Nico Garcés, anunció el nombre las elegidas por los jurados.

Muy atenta estuvo la alcaldesa María José Catalá, que lució un traje de tono naranja, el del Valencia Basket, de Marta de Diego en homenaje al espectáculo 'Llum' y al Roig Arena combinado con unos pendientes de Vicente Gracia, una reproducción de los que lleva la Mare de Déu. También estuvieron la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé y la subdelegada Ana García; el conseller de Emergencias, Juan Carlos Valderrama, y la presidenta del FVMP, Paqui Bartual, miembros de la corporación del PP, Vox, Compromís y PSPV y cuatro exconcejales de Fallas como Félix Crespo, Francisco Lledó, Pere Fuset y Carlos Galiana junto al escritor Màxim Huerta.

En cuanto a los nombramientos, hubo innovación ya que las elegidas subieron al escenario tras escuchar sus nombres. La noche fue prolífica en anécdotas, entre las que destacó el otro 'doblete' de Convento Jerusalén protagonizado por Carmen Prades en la categoría mayor y Marina Songel, sobrina de Santiago Ballester, en la infantil.

Mar Vivanco, Vega Archer, Claudia De Los Ángeles y Daniella Borrego fueron las cuatro aspirantes escogidas del sector La Seu-Xerea-Mercat el que obtuvo más representantes. Claudia es hija de María Díaz-Benito, que fue corte de honor en 2007 mientras Daniella es hija de Bea Pons, que fue corte en 2011, además de sobrina de Patricia Borrego, corte en 2001, y sobrina de la concejala Nuria Llopis, FMIV en 2006.

Por otro lado, Virginia Pulido, fue corte infantil en 2008, mientras la madre Laura Llobell fue corte mayor en 1995 y la de Jimena Mompó lo fue en 2007. Destaca también a modo de curiosidad la repetición de nombres como el de Jimena en las infantiles y el de Marta en las mayores.