Una treintena de alumnos protesta contra el examen de Matemáticas

Una treintena de alumnos convocados por el Sindicato de Estudiantes se han concentrado esta mañana en la Conselleria de Educación para protestar contra el diseño de la prueba de Matemáticas II de la Selectividad. La discreta asistencia, afectada por el inicio de los viajes de fin de curso de muchos participantes en las PAU, contrasta con el debate suscitado esta semana sobre su nivel de dificultad, que ha sumado 40.000 firmas virtuales recogidas en la plataforma Change.org.

El coordinador del sindicato, Carlos Navarro, ha solicitado una reunión con responsables de la conselleria para pedirles que la calificación de la materia no se tenga en cuenta en la nota de acceso a la universidad, y ha defendido la supresión de las PAU pues a su juicio «no se trata de evaluar al alumno sino de eliminarlo».

Bárbara Brocal, estudiante de Torrevieja, ha explicado que el examen le salió «desastroso» y que «la diferencia de dificultad comparada con otros años y otras autonomías era exagerada». «Corremos el riesgo de no llegar a la nota mientras que a otros de diferentes regiones sí les alcanzará para la misma carrera, y es injusto», ha dicho. Además, para poder acceder a los grados de Biotecnología o Ingeniería Biomédica, que es su caso, «el examen es determinante».

Por su parte, la directora general de Universidades, Josefina Bueno, ha vuelto a defender que no se ha detectado ninguna irregularidad, en el sentido de que los contenidos del examen se adecuaban a los de la materia de 2º de Bachillerato, y ha destacado que «tienen constancia» de que están llegando las primeras reclamaciones, que se están derivando a la comisión encargada de resolverlas. Pese a la insistencia de los medios de si la conselleria intervendrá de alguna manera, ha dicho que cualquier decisión corresponde a la comisión gestora de las PAU y que no puede pronunciarse individualmente, si bien ha añadido que se contestará a las reclamaciones. «Son percepciones legítimas que vamos a analizar», ha sentenciado.

En cualquier caso, que la administración decidiera eliminar la prueba o repetirla dependería de que del análisis de su diseño se detectara un error formal, como la falta de adecuación al temario, algo que la conselleria ha negado en varias ocasiones.