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El recién elegido papa León XIV, Robert Francis Prevost, estuvo de visita en Valencia durante 2005. Fue durante su etapa como prior general de la ... Orden de San Agustín (O. S. A.) en todo el mundo, entre 2001 y 2013.
Previamente, en el año 2003, Prevost ya había dirigido unas palabras de cariño y de enseñanza en la apertura de una memoria del centro con motivo del cincuentenario del colegio de la calle Albacete de Valencia, que arrancó su andadura en 1953.
Pero fue dos años después cuando sus hermanos agustinos destinados en Valencia pudieron compartir dos días de aprendizaje y diálogo con el superior mundial de la orden y hoy papa León XIV. Entre ellos está el actual responsable religioso de Santo Tomás de Villanueva (Colegio Agustinos), el Padre Jesús Domínguez, quien recuerda con «mucho cariño» aquel le encuentro.
«Vino en una de las muchas visitas que hizo en esa etapa a las casas de la orden en todo el mundo, entre ellas la de Valencia en nuestro colegio», rememora Domínguez. Prevost se alojó en la quinta planta, en lo alto del colegio, en uno de los apartamentos sacerdotales de dieciséis metros cuadrados que ocupan los hermanos de la orden. «Hicimos una reforma después y esas instalaciones ya no existen», anota el prior de Agustinos en Valencia.
El hoy papa «participó en las reuniones comunitarias para ponernos al tanto de cómo estaba la orden en el mundo e interesarse por el apostolado en Santo Tomás de Villanueva», describe el prior agustino. «Tuvimos la alegría de convivir con él y hasta tuvo la oportunidad de probar la paella cocinada aquí, en nuestra casa, por valencianas», agrega.
Domínguez ensalza su carácter, que resitúa con aquellas vivencias en 2005. «Pudimos comprobar que es un gran conciliador, un hombre moderado que se hace muy amigable. Te comunicabas con él con mucha facilidad y él con nosotros», resalta el responsable.
Fue una estancia corta. Domínguez no recuerda la fecha exacta, pero sí que el actual Papa quiso desplazarse para visitar a la Virgen de los Desamparados y los restos de Santo Tomás de Villanueva, «el cráneo y brazos del santo, que entonces estaban en la Catedral y hoy en un museo».
Destaca Domínguez «su buen humor, su cordialidad y su preocupación por la vida de los religiosos de la orden». Más tarde, el religioso agustino pudo coincidir durante ocho días con Prevost en Guadarrama, en Madrid. El responsable religioso del céntrico colegio estima que el nuevo Papa ha pisado España «al menos en cuatro ocasiones».
De aquellos días regresa a su memoria «su preocupación por la concordia entre los miembros de la orden». El entonces superior Prevost tenía mucho gusto por las diapositivas «y nos proyectaba imágenes y mensajes sobre la convivencia». Con él «es muy fácil conectar porque él conectaba con nosotros», asegura.
La de hoy es una mañana de revuelo, alegrías y felicitaciones en el colegio Agustinos de Valencia. La noticia de que el papa y hermano de la orden «estuvo alojado en la casa» empezaba a correr entre profesores y alumnos, entre visitas de periodistas para interesarse por el periplo del nuevo pontífice en nuestra tierra.
Pocas horas antes, ayer tarde, la tensión se palpaba en la sala común de los sacerdotes de la orden, con una decena de religiosos siguiendo el cónclave frente al televisor «con mucho interés», según Domínguez. Sabían que su hermano Prevost, al que ocho de ellos habían tenido la oportunidad de conocer en persona, estaba entre los papables. Sonaba.
Y llegó la fumata blanca. La emoción en Roma. «La verdad es que teníamos cierta esperanza de que pudiera ser él. Es un hombre con muy buenos rasgos. Intelectual, con una gran labor pastoral que es lo que se necesita hoy en día en la Iglesia…», rememora Domínguez. «No os hagáis ilusiones», calmaba alguno.
Pero sí. El amigo, el hermano agustino, el amable visitante de 2005 a Valencia era el elegido. «Cuando escuchamos esas primeras palabras, 'Roberto Franciscus...', ya llegó la gran alegría». «¡Es el nuestro!», repitieron los agustinos entre gestos de ilusión y júbilo. No faltaron algunos dulces para la celebración.
El prior de Santo Tomás de Villanueva está convencido de que León XIV «va a ser un buen papa». Lo sustenta en que es un hombre «que escucha con paciencia y afronta los problemas con seriedad». Al mismo tiempo, «busca el diálogo y sabe consultar a quien le puede ayudar». En su larga estancia en Chiclayo (Perú) «ha tenido problemas muy serios y los ha sabido resolver». Para Domínguez, su hermano Prevost «va a ser un bien para toda la Iglesia».
El nombramiento de Prevost como máximo guía de la Iglesia Católica ha sido acogido con ilusión en toda la comunidad agustina con presencia en la Comunitat. En Valencia, los diez religiosos que viven y trabajan en Santo Tomás de Villanueva desempeñan una misión educativa y también ejercen su labor evangelizadora en la vecina parroquia de Cristo Rey, cuya entrada principal recae a la calle San Vicente.
Además, otros siete hermanos de la orden del papa León XIV viven y profesan la fe en el Colegio San Agustín de Alicante, vinculado igualmente a otro templo, la Parroquia de Santa Teresa de Jesús. Mientras, en Castellón, la hermandad religiosa cuenta con otros tres sacerdotes dedicados a la Iglesia de San Agustín.
También hay monjas agustinas contemplativas en Sant Mateu, Benicàssim y Orihuela, según ha detallado la priora de esta orden en el primer municipio castellonense.
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