Cataluña tiene un sistema de aviso de riadas propio y planea una alerta temprana para 2028
La Generalitat catalana posee «plenas competencias» sobre los cauces que discurren de manera íntegra por la región desde su nacimiento hasta su desembocadura
La cesión de competencias propias del Estado español sobre Cataluña en los aspectos más variopintos ha provocado que parte del dominio público hidráulico existente en ... la región sea potestad exclusiva del Gobierno catalán en lugar de estar bajo el ala de alguna confederación hidrográfica, con todo lo que ello acarrea. Un buen ejemplo es el hecho de que la Generalitat catalana cuente con su propio sistema de avisos frente a inundaciones sobre las cuencas interiores de su territorio, es decir, aquellos cauces que tienen su transcurso íntegro sobre suelo catalán desde su nacimiento hasta su desembocadura, o que haya proyectado por su cuenta la instalación de una alerta temprana para que esté operativa en 2028.
La Generalitat de Cataluña divide la región en dos demarcaciones en lo que se refiere a la gestión del agua: las cuencas internas -aquellos cursos fluviales que nacen sobre su territorio y desembocan en el Mediterráneo- y las intercomunitarias -aquellos ríos que atraviesan varias comunidades autónomas además de Cataluña, como el Ebro-. Con este pretexto, el Sistema de Control del Agua en el Territorio (SICAT) opera con «plenas competencias» sobre las cuencas internas, mientras que en las intercomunitarias la potestad está compartida con el Estado español a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la del Júcar (CHJ).
Esta red de vigilancia, que cuenta con alrededor de 130 medidores propios, está gestionada por la Agencia Catalana del Agua (ACA), una empresa pública creada en el año 2000 al calor de una directiva europea y tiene entre sus funciones la planificación y gestión hídrica. La composición del SICAT es idéntica a la del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) con el que la CHJ controla los cauces de la demarcación del Júcar al estar equipado con medidores de caudal, pluviómetros y aforos de nivel en los embalses que reportan datos cada cinco minutos.
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De hecho, la ACA ha desarrollado un visor que permite informar a la ciudadanía del estado de los caudales circulantes en los ríos, monitorizar el volumen de agua en las presas y generar avisos de inundaciones gracias a su seguimiento en tiempo real. No obstante, en su interfaz se recuerda que la competencia para activar el Plan especial de emergencias por inundaciones en Cataluña (InunCat) corresponde a la dirección general de Protección Civil de la Generalitat catalana y que los datos empleados «son provisionales y están sujetos a validación». Este aviso también está presente en otros modelos como el SAIH de la CHJ o el Sistema de Ayuda a la Decisión (SAD) de la CHE.
La cartografía informativa de los caudales funciona a partir de datos de carácter hidrológico recabados en las estaciones de aforo de la propia agencia y las mediciones meteorológicas de intensidad y acumulación de lluvia procedentes del Servicio Meteorológico de Cataluña o parámetros adicionales del Instituto Cartográfico y Geológico catalán. «Con esta información se generan productos más elaborados y orientados a identificar o prever crecidas importantes en los ríos, que se acaban publicando en forma de avisos fluviales», resumen el organismo.
En concreto, esta red de vigilancia opera sobre las cuencas de los ríos Muga, Fluvià, Ter, Daró, Tordera, Besòs, Llobregat, Foix, Gaià, Francoles, Rieras del Llevant y las rieras de Llevant Sènia.
Futuro SAT
Por otro lado, el Gobierno catalán ha apoyado la creación del proyecto 'Sapiens', un Sistema de Alerta Temprana (SAT) para inundaciones, impulsado desde el pasado 7 de julio y que cuenta con un periodo de ejecución prevista de 36 meses: hasta el 6 de julio de 2028. Su materialización corre a cargo del Centro Internacional de Métodos Numéricos de la Ingeniería y su coste total roza los 300.000 euros de los cuales la mitad, unos 145.500, serán subvencionados por la ACA. Cabe apuntar que la CHJ no tendrá implementado el mejor modelo de alertas hasta dentro de tres o cinco años por lo que podrá estar operativo antes en las cuencas catalanas que en las de la Comunitat.
Las principales novedades de este SAT radicarán en la metodología del análisis de peligrosidad y riesgo para realizar simulaciones basadas en técnicas de computación de alto rendimiento y herramientas de inteligencia artificial e interpretación de imágenes. La modelización se alimentará directamente de las predicciones meteorológicas para trabajar con horizontes temporales de entre 12 y 72 horas, al igual que sucede en el Ebro. Además, en función de los umbrales de riesgo que se establezcan, se activarán automáticamente dos niveles de avisos o información: uno para gestores y/o expertos y otro para la población en general.
«El sistema se implementará en dos cuencas piloto, pero será diseñado para su futura escalabilidad en todo el territorio y para ser un sistema evolutivo adaptable a los adelantos en técnicas computacionales y a cambios en el territorio, de forma que la herramienta tendrá vocación de ser un sistema de alerta global en Cataluña», concluye el documento oficial de la ACA por el que se valida la subvención.
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