Ver 67 fotos
El Maratón más bonito del mundo
Éxito ·
Jepkosgei y Korir llevan la bandera de Kenia a lo alto del podio de Valencia, sin récord masculino pero con la mejor marca del año femeninaLos 42,195 kilómetros del recorrido del Maratón Valencia Trinidad Alfonso Zúrich son los más bonitos del mundo. Hay que decirlo como es. No ... pasa nada porque suene egocéntrico. Hay veces que por ser de aquí no valoramos lo que tenemos. Imagínense lo que puede significar para un John de la vida —natural de Kansas, que no ha salido de su rancho en su vida—, cruzar la línea de meta en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Una imagen que quedará en su retina y que no olvidará jamás.
Y es que correr por Valencia, más allá de lo que entra por los ojos, es una oportunidad fantástica para volar, como demostraron los más de 36.000 participantes populares que volvieron a llenar este domingo 7 de diciembre las calles de la ciudad de los clásicos estridentes colores del running. Porque parece que si uno no corre con fosforitos y chillones, no puede ir rápido. No, en serio. Se puede correr en un chándal de toda la vida también. Algún día abriremos ese melón. Pero Valencia tuvo unas condiciones climatológicas que fueron excepcionales, con un gran día soleado, sin una nube, sin apenas viento y con unas cálidas temperaturas impropias del mes del calendario en el que estamos.
Y ni con todos esos condicionantes, se pudo conseguir el sueño ambicioso de batir el récord del mundo masculino para ser, además del más bonito, el maratón más rápido del mundo. El favorito, el etíope Sisay Lemma, fue una de las decepciones de la prueba, quedándose atrás un poco después de la mitad del recorrido. Eso abrió la puerta a una pequeña sopresa, como fue la victoria del keniata John Korir, el segundo favorito, con un tiempo de 2:02:24, quedándose a alrededor de dos minutos de la plusmarca mundial.
El africano pegó su ya clásico cambio de ritmo sobre el kilómetro 25 y se distanció de sus perseguidores, una distancia que ya nadie recuperó y le permitió conseguir esa gran imagen de ser el único cruzando la línea de meta en solitario en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El podio lo completó el alemán Amanal Petros, que batió su récord nacional con un tiempazo de 2:04:03, y el noruego Awet Kibrab, con un crono de 2:04:24.
No obstante, la buena noticia del maratón estuvo en el lado de la competición femenina, ya que la africana Joyciline Jepkosgei sí consiguió la mejor marca mundial del año, batiendo la keniata el récord de la prueba valenciana, con un tiempazo de 2:14:00, bajando en casi un minuto el mejor crono jamás registrado en el recorrido de 42 kilómetros de Valencia. Tuvo una gran batalla codo con codo junto a la etíope Peres Jepchirchir, con quien fue junto a una liebre durante casi todo el recorrido. Se disputó el triunfo hasta prácticamente los últimos dos kilómetros, decidiendo Jepkosgei con un cambio de ritmo que Jepchirchir no pudo responder.
Al igual que pasó con Lemma en los chicos, su compatriota etíope, la favorita Amane Beriso, también se quedó atrás y no pudo imponer su condición de máxima candidata a la victoria. En ese sentido, pequeña decepción de los nombres importantes de los atletas de élite, que en esta ocasión fueron 380 los que acudieron a esta 45ª edición del Maratón de Valencia. Casi todos —como el japonés Suguru Osako, que batió su récord nacional con un 2:04:55— consiguieron buenas marcas gracias al siempre favorable recorrido valenciano.
Sin embargo, la nota negativa del día fue el español Tariku Novales, que a la media hora de carrera —a la altura de la huerta de Alboraia— empezó a notar unas molestias en su pierna y se echó a un lado, con claros gestos de dolor y rabia. En ese sentido, el mejor español fue Ibrahim Chakir, que cruzó la línea de meta del Maratón de Valencia en un tiempo de 2:07:20, unos dos minutos por encima del récord nacional pero bajando en unos segundos su mejor tiempo individual. La mejor corredora femenina española fue Meritxell Soler, con un tiempo de 2:24:20, por lo que también terminó mejorando su mejor tiempo personal.
Y es que a pesar de que el Maratón de Valencia es una prueba idónea para volar y hacer un buen tiempo, no deja de tener una dureza increíble propia de los 42 kilómetros de recorrido. Por muy bonito que sea, estar corriendo durante más de dos horas a ese ritmo inhumano es un sufrimiento que para muchos se convertía en alegría y satisfacción al cruzar la línea de meta —fuera el tiempo que fuera— recibiendo esa sensación de emoción por ver cumplido un reto y un sueño.
Porque no por nada a Valencia se la conoce como la 'ciudad del running'. No es un mero eslogan publicitario. Es la realidad. Es la mejor ciudad del mundo para correr. Se demuestra año tras año, y no tardaremos en volver a verlo. Ojalá el año próximo sí se pueda conseguir ese objetivo del récord del mundo y su jugoso premio en metálico. Pero para eso, vayan apuntando fecha: Nos vemos el próximo 6 de diciembre de 2026.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión