Luz verde a la Zona de Bajas Emisiones de Valencia: la Comisión de Patrimonio da su visto bueno
Las sanciones empezarán el próximo 1 de diciembre sobre los vehículos con etiqueta A que sean de fuera de la provincia
Valencia ha aprobado este martes en la Comisión de Patrimonio la ordenanza de Zona de Bajas Emisiones que no afectará a los conductores residentes ... en la ciudad hasta enero de 2028. Como ha explicado el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Jesús Carbonell, «la implantación va a ser progresiva pues no queremos obligar a cambiar de coche a los vecinos de la ciudad como menos recursos como pretenden los grupos de la oposición Compromís y PSOE. Hasta el año 2028 los vecinos que vivan en la ciudad de Valencia podrán seguir circulando por la Zona de Bajas Emisiones. Además, llegada esa fecha aquellos a que no hayan podido cambiar de coche desde el Ayuntamiento les facilitaremos un título de la EMT para usar el transporte urbano gratuito todo el año y dispondrán de 48 días para poder circular por la ZBE».
La normativa aprobada en comisión pasará la semana que viene por el pleno, que refrendará su aprobación definitiva. Entrará en vigor el día 1 de diciembre de 2025 y hasta el 31 de diciembre de 2026 sólo afectará a los vehículos matriculados fuera de la provincia de Valencia, que tengan etiqueta A, que son los de gasolina matriculados antes del año 2001 y los diésel matriculados antes del año 2006.
Desde el 1 de diciembre de 2025 se limita la entrada en la ZBE a vehículos con etiqueta A, pero únicamente de fuera de la provincia. A partir de enero de 2027 la limitación será para cualquier vehículo sin etiqueta de fuera de la ciudad en sí. Y las restricciones serán ya totales a partir del 1 de enero de 2028, que es cuando afecte a los vehículos de los vecinos de la capital del Turia.
La Zona de Bajas Emisiones se implantará de manera progresiva desde el próximo 1 de diciembre de 2025, hasta su establecimiento definitivo en 2028. Afectará a turismos, motocicletas y ciclomotores con la etiqueta A (también llamados sin etiqueta), según el catálogo de distintivos medioambientales de la DGT. Quedarán excluidos de las restricciones los vehículos asociados a actividades económicas (pymes, autónomos...), para «proteger de los intereses económicos y sociales de la ciudad», ha explicado el concejal.
También estarán excepcionados previa solicitud de autorización los vehículos usados por titulares de tarjeta de estacionamiento PMR (para personas con movilidad reducida), los de familias numerosas o con menores de tres años, y aquellos donde viajen embarazadas o personas con movilidad reducida temporalmente.
Tampoco tendrán restricciones los vehículos de emergencias, de servicios esenciales y los considerados históricos hasta 96 accesos al año. Además de lo anterior, y previa solicitud de autorización, los vehículos afectados por las restricciones tendrán una bolsa de 48 accesos diarios para acceder durante el año natural.
Estarán exentos los vehículos vinculados a la actividad económica, es decir vehículos de abastecimiento y servicios que se presten en la ciudad. Entre las novedades fruto de las alegaciones las personas con movilidad reducida tendrán una autorización adicional de las que estaban planteadas inicialmente en la ordenanza para poder circular y atender sus necesidades de movilidad.
A los vecinos de Valencia no afectará la Zona de Bajas Emisiones hasta el 1 de enero del año 2028. Hoy, a tres años de entrar en vigor la normativa para los vecinos de Valencia, sólo un 8% de los vehículos que circulan censados en la ciudad se verá afectado en la práctica por la ZBE.
Área
El área afectada por la Zona de Bajas Emisiones abarca una superficie de 27,8 kilómetros cuadrados, casi toda la ciudad, y está delimitada por la Ronda Nord, Tarongers, Serrería y el Bulevar Sur.
«Los vecinos de Valencia no tendrán que preocuparse por la ZBE hasta 2028, ya que hemos optado por una normativa blanda, porque pretendemos proteger los intereses económicos y sociales de los vecinos, y especialmente para evitar que los perjudicados sean aquellos con menos recursos», ha añadido Carbonell.
«Además –ha continuado- en 2028, la cifra de vehículos que no podrían circular será muy baja, y aun así podrán circular 48 días al año, y tendrán un título para viajar gratis todo el año en la EMT. La normativa no puede perjudicar a las personas con menos posibilidades para cambiar su vehículo», ha defendido el concejal.
Puesta en marcha
El Ayuntamiento está finalizando los trabajos técnicos para la puesta en marcha del software que identifique y discrimine las matrículas de los vehículos según la tipología de su etiqueta, y también las cámaras a lo largo de toda la ciudad y los 44 paneles informativos en los lugares más significativos.
«Los trabajos conducentes a la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones de Valencia siguen su curso en diferentes vertientes», tal como ha anunciado el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, quien ha explicado que, ya se han resuelto y atendido las alegaciones ciudadanas que se han presentado al texto de la ordenanza como paso previo a su aprobación definitiva que será en el pleno del próximo 28 de octubre.
«Además, contemplamos una fuerte campaña informativa para que todos los usuarios conozcan los detalles del funcionamiento de la Zona de Bajas Emisiones», ha destacado el concejal, tras recordar que el 1 de diciembre entrará en funcionamiento el sistema y se prohibirá el acceso a la ciudad a los vehículos de fuera de la provincia de Valencia que tengan etiqueta A, que son los de gasolina matriculados antes del año 2001 y los diesel matriculados antes del año 2006.
«Se contempla una implantación progresiva de la Zona de Bajas Emisiones porque el 1 de enero de 2027 la prohibición de acceso y circulación afectará a los vehículos con etiqueta A de fuera de la ciudad de Valencia y el 1 de enero de 2028 la prohibición alcanzará a todos los vehículos con etiqueta A, incluidos los de la propia ciudad de Valencia», ha resaltado tras puntualizar que, «en todo caso, existirán excepciones en atención a circunstancias personales vinculadas a la discapacidad, familias numerosas, familias con menores de tres años, mujeres embarazadas, entre otros supuestos, y también se permitirá 48 accesos puntuales con carácter anual a cualesquiera vehículos».
«También estarán exentos los vehículos con etiqueta A vinculados a cualquier actividad económica de autónomos o empresas para no perjudicar su actividad económica. Con esta medida se dará cumplimiento a la normativa estatal y se mejorará la calidad del aire de la ciudad de manera ostensible», ha concluido Carbonell.
El PSPV lamenta que Catalá haya rechazado todas las alegaciones vecinales a la ZBE
La concejala socialista María Pérez ha lamentado la decisión de María José Catalá de rechazar todas las alegaciones que habían presentado las diferentes asociaciones de vecinos de Valencia a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de mínimos que se ha sometido a votación en la comisión de Movilidad esta misma mañana. Entre las asociaciones que habían presentado alegaciones se encuentran San Marcelino, Petxina, la Roqueta, la Malvarrosa y Tres Forques, pero el gobierno de Catalá no ha aceptado ninguna de sus recomendaciones así como tampoco las sugerencias de la Generalitat y de la Sindicatura de Comptes, desde donde se había advertido no solo que no se cumplían los requisitos mínimos de la directiva europea sino que se trataba de una normativa «muy poco ambiciosa».
«Hoy, con la aprobación de la zona de bajas emisiones, el gobierno de Catalá vuelve a demostrar que no tiene ningún interés en escuchar a los vecinos y vecinas de esta ciudad. Han rechazado todas las alegaciones presentadas por las entidades vecinales sin aceptar ni una sola propuesta. Muchas de estas entidades pedían algo tan de sentido común como ampliar el perímetro de la zona de bajas emisiones porque sus barrios se han quedado fuera y son barrios que no quieren convertirse ni en el aparcamiento de entrada de la ciudad ni renunciar a respirar un aire más limpio», ha indicado Pérez.
La concejala socialista ha insistido en que la normativa de Catalá no solo ha provocado los reproches vecinales sino que instituciones como la Sindicatura de Comptes también han cuestionado «el establecimiento del perímetro de la ZBE fijado por el Ayuntamiento señalando que no se basa en ningún análisis de contaminación. Asimismo, ha advertido, al igual que otras instituciones, que la zona de bajas emisiones del Partido Popular es insuficiente y no garantiza el cumplimiento de las normas europeas».
En este sentido, Pérez ha señalado que las alegaciones vecinales y los reproches de la Sindicatura y de la Generalitat «confirman lo que venimos señalando desde hace meses desde el Partido Socialista y es que esta ordenanza no busca mejorar la calidad del aire como reclaman los vecinos sino que simplemente intenta cumplir con el trámite de tener una zona de bajas emisiones, aunque no tenga un impacto real».
«Desde el grupo Socialista, exigimos a la señora Catalá que se tome en serio la salud de los valencianos y las que paralice la aprobación de esta ordenanza y que elabore una propuesta que sea rigurosa y esté alineada con Europa», ha finalizado.
Compromís denuncia «indicios de prevaricación» en la medida
Desde Compromís, su edil Giuseppe Grezzi, ha asegurado que acudirán «a todas las instancias que sean necesarias para que Valencia tenga una ZBE en condiciones». «Hay que tener en cuenta que, si se pone en marcha tal y como hoy se ha aprobado, la ZBE de Catalá podría constituir una prevaricación en el uso de los fondos europeos, dado que no persigue reducir la contaminación atmosférica, tal y como prevé la Convocatoria de las ayudas del plan NextGenerationEU de Transformación, Recuperación y Resiliencia; específicamente su Componente 1, que tiene como objetivo «impulsar la descarbonización de la movilidad urbana, la mejora de la calidad del aire y de la calidad de vida...», alega el concejal de Movilidad del Rialto.
«Como añadía la normativa del programa de ayudas europeas con el que la anterior corporación logramos financiar la mayor parte del coste de la tecnología de la ZBE, las actuaciones financiadas a su cargo deben contribuir a los objetivos climáticos de la Unión Europea al menos con un coeficiente climático de un 40%, algo que no cabe duda que no va a conseguir —ni lo pretende— la normativa aprobada hoy por el bipartito PP y Vox», prosigue el edil nacionalista.
«A nadie se le escapa que mejorar la calidad de vida de los vecinos de Valencia no es la prioridad de Catalá y los concejales de PP y Vox, pero hoy también han demostrado que tampoco tienen ningún interés en trabajar para mejorar las del resto de localidades del área metropolitana, tumbando las propuestas de aumentar las frecuencias de metro y Metrobus y el fomento del transporte colectivo directo empresarial a los polígonos industriales que Compromís proponíamos hoy para descongestionar la pista de Ademúz y mejorar la conexión en el área metropolitana. Tienen los votos para hacer la transformación y le sumábamos los nuestros, pero han optado por seguir con los brazos cruzados viendo como los atascos se alargan día tras día bajo su supervisión. Todas estas medidas serían muy útiles para los que vivimos en nuestra ciudad», acaba Grezzi.
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