El desván de las torres de Quart

Eso es lo que denunció este jueves la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio, sobre todo por el riesgo de incendio que conlleva la acumulación de lo que tristemente puede considerarse residuos. Fuentes de la concejalía de Patrimonio y Gestión de Recursos Culturales indicaron que cuenta con cámaras de videovigilancia, al igual que otros monumentos de la ciudad.

Las cámaras no han evitado que las torres luzcan una primera pintada en una de sus fachadas. «Está a medio hacer, como si al gamberro le pillaran y tuviera que dejarlo», indicaron desde la asociación, para señalar que confían en que con el recurso de las cámaras «se identifique y sancione a los culpables».

Hasta siete monumentos cuentan con esta protección. Se trata de las citadas torres, las de Quart, las Atarazanas, el Almudín, el Palacio de Cervellón, el Museo de la Ciudad y la Lonja. En este último caso a falta de la parte delantera, debido a que las obras de reurbanización durarán meses.

El Ayuntamiento ha terminado ahora precisamente la restauración de los portones de las torres de Quart, que sufrieron un incendio intencionado en febrero de 2019, tal y como confirmaron testigos presenciales del suceso. La intervención ha deparado sorpresas como el hallazgo de balas disparadas, una pelota de trinquet y hasta un nido.

Las mismas torres de Quart sufieron un siniestro en una puerta lateral, recayente a un jardín de la calle Guillem de Castro. La reparación y limpieza del conjunto (la piedra y barandilla quedaron ennegrecidas) ya se ha completado por fortuna.

Desde Círculo por la Defensa del Patrimonio recordaron que un siniestro similar ocurrió en el puente del Real, donde la parte inferior de uno de los ojos del puentes está ennegracida por otro incendio relacionado con los asentamientos de personas sin techo. «Por lo que nos llegó fue por una disputa», indicaron.

El Ayuntamiento ha iniciado esta semana la operación frío con recursos propios y personal de Cruz Roja, ofertando más de 600 plazas en albergues para pasar la noche. Aún así, el problema de los asentamientos se ha agravado estos meses y los entornos protegidos por su valor patrimonial no son una excepción.

Cerca de las torres de Quart, en los jardines del Hospital, se vive una situación parecida. Cartones, colchones y enseres guardados en la parte superior de las pérgolas metálicas que sirven de entrada desde Guillem de Castro y desde la misma calle del Hospital, además de la zona donde se exhiben restos de columnas del antiguo psiquiátrico.

Los vecinos de la zona han pedido una mayor intervención del gobierno municipal, al combinarse esta situación con la presencia por las noches de grupos de jóvenes de botellón. El jardín está también repleto de pintadas, aunque su limpieza corresponde a la Diputación.

En las Atarazanas se registraron también más pintadas, sin que exista constancia hasta ahora de que se haya abierto ningún expediente con denuncia por este caso. Para la asociación dedicada a promover la conservación del patrimonio, se trata de una acumulación de casos que ponen en duda la eficacia del sistema.

En los siete monumentos habrá un total de 43 cámaras conectadas con la central de la Policía Local y las mismas instalaciones del edificio protegido, en el caso de que cuenten con dichas instalaciones. La tramitación previa a colocar los aparatos duró años, hasta que la comisión de Patrimonio dictaminó la idoneidad del impacto visual de los aparatos, que han sido disimulados.