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El Ayuntamiento de Valencia asegura que trabaja para solucionar la situación de las personas que duermen en el cauce del Turia. Sin embargo, califican el ... trabajo de «complejo». Respecto al aumento evidente que ha experimentado el número de indigentes que duermen en los jardines que cruzan la ciudad, el Consistorio indicaba que la dana ha jugado un papel importante.
En los últimos meses se ha visto que muchas personas se han desplazado hasta el cauce del Turia desde el área metropolitana porque se sienten «más seguros» en la ciudad. Una opinión que comparten algunas asociaciones. Desde la plataforma Sensellar, que aúna hasta 15 asociaciones distintas que trabajan para combatir el sinhogarismo en Valencia, aseguran que la riada del pasado octubre ha aumentado la presencia de indigentes en Valencia.
Desde la plataforma afirman que algunos asentamientos que quedaron arrasados tras la riada no han vuelto a resurgir. Es el ejemplo de uno situado en Faitanar, próximo a los talleres centrales de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), y que habría desaparecido tras el desastre. También aseguran desde Sensellar que desapareció otra comuna en la zona entre Aldaia y Quart de Poblet, aunque éste sí ha vuelto a mostrar síntomas de movimiento de nuevo.
De vuelta en Valencia, desde el Gobierno municipal aseguran que la persistencia y aumento de indigentes en el cauce también podría explicarse porque estas personas en muchas ocasiones rechazan las alternativas que les ofrecen desde Servicios Sociales. Según fuentes municipales, el Consistorio, en colaboración con asociaciones y ONGs, ha identificado que al menos el 70% de personas sin hogar que duermen en el río tienen problemas mentales o de adicciones.
LAS PROVINCIAS publicó este viernes que el número de tiendas de campaña instaladas en el antiguo cauce del Turia supera ya el centenar. Desde el Ayuntamiento de Valencia se asegura que llevan tiempo trabajando con otras entidades sociales para tratar de encontrar una solución para estas personas. Además, apuntan que dicho trabajo requiere de recursos interdisciplinares porque en muchas ocasiones estas personas rechazan las alternativas que se les proponen.
Desde el Consistorio aseguran que alguno de los perfiles que duermen actualmente en el río se le ha dado alojamiento en lugares como la orden San Juan de Dios o el CAES de Cruz Roja, pero de ambos lugares fue expulsado por mala conducta. Por eso desde al Casa Gran hablan de «complejidad de los perfiles» a los que se enfrenta los Servicios Sociales y el X4 de la Policía Local (unidad especializada en los sin techo) que trabajan de forma constante con las personas que se alojan en el río.
A todo ello, se sumaría también, según el Ayuntamiento, la ayuda desinteresada de la gente. «Con buenas intenciones, muchas personas ceden tiendas de campaña y reparten comida a las personas sin hogar del río. Éstas, que para conseguir plaza en albergues deben comprometerse a tratar sus adicciones, prefieren permanecer en el río y subsistir con la solidaridad de terceros antes que aceptar las alternativas que se les propone desde Servicios Sociales», aseguraban las fuentes municipales.
Por todo ello, el Ayuntamiento defiende su trabajo en materia de Servicios Sociales, y asegura que el municipio aloja al año una media de 1.000 personas en situación de sinhogarismo. Además, desde el Consistorio indican que se trabaja para aumentar el número de plazas con diversas medidas.
Por un lado, el Consistorio ha ampliado el convenio con la entidad Cruz Roja para propiciar la apertura del CAES de Santa Cruz de Tenerife, de manera continuada, 365 días al año, además de proyectar su ampliación con la nave adyacente que duplicará su capacidad. Por otra parte, también han extendido relaciones con 'Salud y comunidad' y 'Sant Joan de Dèu' para que puedan ofrecer más plazas de alojamiento urgente. Concretamente, 30 más el primero y 20 el segundo.
El espacio de Rocafort 'Casal d'Esplai', de propiedad municipal, sirvió se mantuvo abierta durante la operación frío 2023-24, para el alojamiento de familias hasta el 1 de abril 2024 y se está tramitando la contratación para la gestión de dicho recurso. Actualmente la instalación permanece cerrada pero el ayuntamiento asegura que se avanza en los trámites para la legalización de la actividad, de la cual carecía por parte del Ayuntamiento de Rocafort.
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