Heridos dos vigilantes y un menor en una pelea en un centro de acogida de emergencias en Valencia
La Policía Local y la Policía Nacional intervienen para sofocar una trifulca en el antiguo hospital San Juan de Dios y evitar que una treintena de adolescentes extranjeros salieran a la calle
J. F.
Valencia
Sábado, 18 de octubre 2025
Dos vigilantes de seguridad y un adolescente argelino de 16 años resultaron heridos leves el pasado jueves por la noche en el antiguo hospital San Juan de Dios de Valencia en una una trifulca entre dos grupos de menores extranjeros no acompañados (menas).
Los trabajadores del Centro de Acogida Temporal de Emergencias (CATE) Valencia al Mar tuvieron que pedir ayuda a la Policía Local y Policía Nacional para controlar el motín tras una pelea que se produjo durante la cena.
Los hechos sucedieron pocos antes de las 22 horas en el centro situado en la calle Río Tajo, cuando dos menores argelinos se enzarzaron por una cuestión relacionada con la comida. La pelea subió de intensidad y tres auxiliares de control educativo intentaron separarlos, momento en el que uno de ellos recibió un puñetazo en la cabeza.
Cuando llegaron dos patrullas de la Policía Local había un grupo de jóvenes en la calle, y la coordinadora del centro estaba esperando a los agentes en la puerta. Los policías tuvieron que pedir refuerzos, dado que otra treintena de menores estaban gritando en el interior de las instalaciones y trataban de salir a la calle, por lo que acudieron agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional.
En el Centro de Acogida Temporal de Emergencias (CATE) Valencia al Mar se alojan en la actualidad 72 menores bajo la protección de 10 educadores y cuatro auxiliares de control educativo (vigilantes). Tras la reyerta, uno de los jóvenes necesitó asistencia médica y fue trasladado en ambulancia al Hospital Clínico, según informaron fuentes sanitarias. Los dos vigilantes agredidos acudieron por sus medios a centros hospitalarios.
Los policías identificaron a tres menores como cabecillas del motín y tomaron declaración a sus cuidadores. Los agentes informaron a los auxiliares de seguridad de sus derechos por si querían presentar la correspondiente denuncia.
Además, varios policías tuvieron que entrar dentro del centro para ayudar a los educadores a encerrar en sus habitaciones a los menores alborotadores una vez que lograron apaciguar los ánimos de los adolescentes más violentos.