La fallera yihadista acepta cinco años de cárcel por financiar a células terroristas
Cristina Bomboi, de Algemesí, reconoce que envió casi 5.000 euros a través de un intermediario a un miembro del Daesh que operaba en Siria
Cristina Bomboi, la joven de Algemesí que fue detenida por financiar el terrorismo islamista, afronta este miércoles su juicio en la Audiencia Nacional. ... La joven, que se radicalizó a partir de 2016 tras «abrazar la fe musulmana», se encargaba de financiar células del Estado Islámico desplegadas en Siria, según el escrito de calificación del fiscal. En sus redes sociales era habitual leer mensajes de elogio o justificación de atentados terroristas.
El caso de Cristina resulta atípico. No es nada frecuente mujeres españolas que se radicalizan y están dispuestas, como era su voluntad, a viajar a Siria y convertirse en la esposa de un supuesto luchador. Hasta el 2017, tras los atentados en Cataluña, parecía una joven absolutamente normal. Sus redes sociales mostraban la más absoluta normalidad, desde sus fotos de fallera -pertenecía a una comisión desde hacía una década- a imágenes con sus amigos. Se dedicaba profesionalmente a la cocina, aunque antes de ser detenida había dejado el trabajo en un restaurante y se dedicaba a cometer pequeños delitos para obtener fondos. Al parecer, también trató de radicalizar a alguna amiga de la localidad.
El juicio en la Audiencia Nacional se prevé breve. Fuentes judiciales han confirmado la existencia de un acuerdo entre la defensa de la joven, representada por el letrado Emilio Pérez Mora, y la acusación pública. De tal forma que la acusada se limitará a admitir los hechos en la vista pública.
Este reconocimiento de su culpabilidad le permite beneficiarse de una rebaja de pena. Finalmente, será condenada a cinco años. La mujer lleva en prisión provisional desde que fue detenida en noviembre de 2020, en un apartamento de la localidad turística.
La acusada reconocerá que financió el terrorismo yihadista. En concreto, envió casi 5.000 euros a Rahdi Abu Al Qayim, miembro del Daesh que combate en Siria. En todo momento, la joven conocía las actividades que llevaba a cabo el beneficiario.
La mujer utilizaba, aparte de transferencias, el sistema Transferwise para hacer llegar el dinero a la zona de combate. Pero las cantidades no llegaban directamente a Siria sino que camuflaba el destino a través de un intermediario turco, según ha permitido acreditar la investigación de la Policía Nacional.
El análisis de su teléfono móvil demostró el alto grado de relación con uno de los presuntos terroristas. Tenía fotos de este vestido de militar, con equipos de transmisión, con fusiles de asalto o junto a un carro de combate. También disponía de imágenes de mujeres con niqab en las que se exhibían armas de guerra. El contenido del aparato era especialmente delicado. Hallaron además una fotografía de un degollamiento. Los especialistas detectaron entre todo el material al jeque Khalid Muhammad, que tuvo participación en los atentados del 11-S.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha considerado que los hechos constituyen un delito de financiación del terrorismo. Al margen de los cinco años de prisión, lleva algo menos de un año y medio en la cárcel, tendrá que abonar una multa de más de 18.000 euros y no podrá desempeñar una profesión relacionada con el ámbito docente o deportivo durante 11 años.
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