La flor de los amantes: trucos para que los claveles luzcan bonitos en tu balcón

El clavel es una flor muy utilizada para ramos, ofrendas y decoraciones por los amantes del arte floral. Además está declarada como la Flor Nacional de España, sobre todo al sur de la península por su utilización en la Feria de Sevilla y el Rocío. También recibe el nombre de la 'flor de los dioses' y la 'flor del amor' ya que los pintores del renacimiento la eligieron como la flor del compromiso y del emparejamiento y, por otra parte, según la tradición cristiana cuando la Virgen María lamentó la muerte de Jesús, sus lágrimas se convirtieron en pétalos de claveles.

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Al margen del valor sentimental es una flor muy bonita de pétalos dentados que además florece durante todo el año con cuidados muy sencillos. El clavel es una herbácea capaz de alcanzar los 50 metros de altura en la que destacan sus tallos y hojas de color verde oscuro que contrastan con el color rojo, amarillo, blanco o rosa de sus pétalos. Para presumir de estas flores los cuidados son los siguientes:

Necesita agua de forma constante pero sin exagerar. Por lo que resultará fácil de mantener. No es necesario regarla en tiempos fijos, la mejor forma de saber cuándo echarle agua es introduciendo el dedo en la tierra y notar si la tierra está compacta, húmeda, suelta o seca. Si está suelta y seca, necesita riego. Es importante evitar encharcamientos ya que pueden dañar la planta.

Necesita luz solar directa, por lo que su lugar más adecuado es el balcón o junto a la ventana. Este requerimiento es el más importante de todos, si se queda en una zona sombría o con poca luz posiblemente no acabe de florecer.

La temperatura óptima para el clavel es de 15 a 18 grados en el invierno durante el día, 10 a 12 grados por las noches y durante el verano diurna de 21 grados y nocturna de 12 grados. Aun así el clavel tolera temperaturas de hasta -4 grados centígrados y máximas de 35 grados centígrados.

El clavel solo necesita estar plantado en un suelo con buen drenaje aunque prefiere que sean arenosos, porosos y fértiles. Sin embargo, no es exigente por lo que unas condiciones básicas lo harán florecer.

Para que los claves se alcen lo más coloridos posibles se recomienda abonarlos una vez a la semana durante la época de floración que corresponde a los meses de primavera y verano. Una vez pase este periodo será suficiente abonar la planta una vez al mes.

Descubre también cómo cuidar las rosas en verano, los potos, los bonsáis, los geranios, las orquídeas, la lavanda, el cactus o la Poinsettia de la Navidad para que crezcan y florezcan sanos.