Cactus en casa: reglas básicas para que siempre estén bonitos

El cactus es una de las plantas más 'duras' y resistentes que existen. Es famoso por los pocos cuidados que requiere y es muy frecuente ver un par de ellos (o más) decorando alguna estantería en el interior de la vivienda o bien en las terrazas o balcones.

Sus principales características o atractivos, sobre todo para aquellas personas que se están inciando en la jardinería o que no tienen tiempo para dedicarle a las plantas, son su poco riego y que aguantan muy bien las altas temperaturas.

Trucos y consejos de cuidado para los cactus, para que se mantengan bonitos y florezcan:

El cactus es una planta que necesita poca agua. En invierno es suficiente con que se riegue cada dos meses, más o menos. En verano, cuando veas que el sustrato está seco. Lo más importante en este tipo de plantas es que la maceta tenga un buen drenaje, ya que un exceso de humedad en la tierra pudrirá la planta.

Por último, cuando los riegues no escatimes con el agua y riega en profundidad cuando lo hagas.

El cactus necesita mucha luz, por lo que el lugar ideal para ubicarlo siempre es delante de una ventana. De hecho, en verano agradecerán que les saques al balcón o a la terraza.

El hecho de que necesiten luz no quiere decir que el sol directo les vaya bien. Es más, el sol directo les perjudica y podrían acabar amarilleándose o, incluso, blanqueándose (es su forma de avisarnos).

Si los tenemos en el exterior tendremos que tratar de que no reciban sol en las horas centrales de mayor incidencia.

Aunque los cactus son conocidos por ser plantas 'todoterreno', no hay que descuidar sus cuidados y una de sus reglas es que no les gusta nada el frío. Si bien es cierto que pueden soportar fresco, la mayor parte de los cactus sufren si están expuestos a temperaturas inferiores a 8 grados. Es más: la suma de un sustrato demasiado húmedo y frío es sinónimo de la aparición de hongos. No toleran las heladas.

La tierra en la que crecen los cactus es muy importante, ya que tienen unas necesidades nutricionales específicas y, además, exigen un suelo que favorezca la eliminación del agua sobrante de riego.

A pesar de ser plantas rústicas y de la creencia popular, los cactus también necesitan abono, ya que los sucesivos riegos desgastan el suelo y el agua, a su paso, suele llevarse consigo muchos nutrientes que hay en el sustrato. Desde el comienzo de primavera hasta que acaba el periodo de desarrollo, es fundamental aplicar una pauta regular de fertilizante específico de cactus.

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