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La alcaldesa Diana Morant con la viuda de José Pedro García, Charo Sabater, y los hijos y nietos del Hijo Adoptivo. carol woodward
Gandia nombra Hijo Adoptivo a José Pedro García, «capitán del trasatlántico Espurna»

Gandia nombra Hijo Adoptivo a José Pedro García, «capitán del trasatlántico Espurna»

La distinción a título póstumo la recogió su mujer y los hijos del creador de la fundación, fallero de Màrtirs y exconcejal del PP

ROCÍO ESCRIHUELA

GANDIA.

Martes, 21 de mayo 2019, 01:08

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El cariño a José Pedro García Canet y al legado que ha dejado en la Safor quedó patente ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de Gandia que se quedó pequeño para un público que quiso demostrar a su mujer y a sus siete hijos la admiración que sentía y siente hacia quien desde ayer es Hijo Adoptivo de la Ciudad Ducal a título póstumo.

Así lo decidió la corporación municipal tras iniciar los trámites un mes después de que falleciera quien puso el primer granito de arena de la Fundación Espurna, que también fue profesor del IES María Enríquez, fallero de Màrtirs y exconcejal del Consistorio de Gandia.

García Canet nació en Almoines en junio de 1941, pero «su vida estuvo ligada desde muy pronto a Gandia, sin dejar olvidado nunca a su pueblo natal», como relató ayer Àlvar García, encargado de redactar el expediente de Hijo Adoptivo.

Un «gracias papá» de uno de sus hijos cerró el acto con el aplauso del público puesto en pie en el salón de plenos

Una distinción que se le otorga por «su compromiso personal asumido con la ciudad de Gandia por impulsar la vida asociativa, festera y religiosa de la sociedad general donde se integró con entusiasmo». «Por su dedicación civil y la colaboración personal con la administración local por promocionar la ciudad y ayudar a mejorar con su aportación la vida daría de los ciudadanos y la prosperidad futura de Gandia», detalla el documento. Además, resalta «su papel destacadísimo como líder, promotor, fundador y alma de la fundación Espurna pensada y dedicada a la integración útil de la gente con diversidad funcional».

Y es que es difícil destacar sólo una de sus facetas en la vida social de la capital de la Safor, pero sin desmerecer todo lo hizo, el legado de Espurna es de los que más ha calado en la sociedad por su apoyo a personas con capacidades diferentes y que promovió con su esposa Charo Sabater. Una iniciativa «titánica» de la que fue su casa, «una casa que siempre llevaba en la cabeza, en la espalda y en el corazón las 24 horas del día de todos los días del año» y que surgió tras el nacimiento de su hija Cristina con síndrome de down.

Gran equipo

Una fundación que, hoy más de 20 años después, «llena de orgullo las propias vidas de más de 300 miembros que la integran». Además de a sus 80 monitores, sedes en cuatro ciudades y 16 viviendas tuteladas, a las que sumar talleres de ocupación o el restaurante Boga donde desarrollan su trabajo personas con diversidad funcional.

Un equipo, que como está redactado en el expediente, «no es una barca de trasmallo, sino un auténtico trasatlántico fondeado en el mar de Gandia. Y José Pedro era su armador y capitán en el puesto de mando de una tripulación entregada».

Quienes le conocían han sido los encargados de narrar sus virtudes para rendirle ayer homenaje y han destacado «la inmensidad de una vida vivida a gran velocidad, como la de aquellas personas que han nacido para desplegar dos y tres oficios», porque «era poseedor de un espíritu energético que llevaba siempre puesto encima».

Obtuvo el título de maestro en 1960 cuando aún no tenía 20 años y consiguió una oposición en Oliva a la que renunció para iniciar los estudios de Química en la Universitat de València donde obtuvo la licenciatura 10 días después de casarse. Pero su vocación y profesión fue la docencia y por ello no la abandonó hasta jubilarse en 2006 tras impartir clase en el 'institut nou', ahora IES María Enríquez. Más de 5.200 alumnos pasaron por las aulas de García Canet.

Su labor en la docencia la compaginó con la vida política. Fue edil del Partido Popular, a donde llegó procedente del Partido Demócrata Popular, en la legislatura de 1991 a 1995 y la figura del que desde ayer es Hijo Adoptivo ya aparece como la personas que realizó los primeros contactos y gestiones municipales para que la Universitat Politècnica de València se implantara en Gandia.

De espíritu fallero y de la comisión de Màrtirs, formó tándem con Pep Lloret, Hijo Predilecto de la Ciudad Ducal, y alma máter. «Las Fallas serían su balcón preferido desde donde poder ver la vida en tecnicolor y hecha de bromas», y fruto de su pasión por esta fiesta y de su incansable trabajo, la Junta Local Fallera le entregó el 'gesmil d'or' en el año 2002.

Anoche, las palabras se quedaron cortas para definir quién era y qué hizo García Canet. Los portavoces de los grupos municipales destacaron su trayectoria educativa y su lado humano. La alcaldesa Diana Morant le recordó como una persona «discreta, prudente y a quien todo el mundo quería y respetaba. Bondadoso, generoso y cordial, que trabajó por Gandia desde todos los ámbitos sin buscar méritos ni aplausos».

José Pedro García Sabater, uno de sus hijos, recordó la figura de quien fue «un ejemplo de padre, de marido, de amigo y de coherencia», y recordó algunas de sus vivencias. Con un «gracias papá» cerró su discurso que fue acompañado de un gran aplauso del público que se puso en pie para rendirle homenaje.

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