Las torres de alta tensión amenazan también la Toscana valenciana

Una empresa energética ha solicitado la autorización administrativa previa y la solicitud de declaración de utilidad pública para el anteproyecto de ‘Parque Solar Fotovoltaico Almansa 1’. Solicitud que ya ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado. El problema está en que ese parque solar necesita evacuar la energía a la subestación de Montesa y, por tanto, obliga a contar con la infraestructura necesaria que atravesaría estos dos municipios, junto al de Vallada y parte del propio término de Montesa.

Eso supondrá que todo el tendido eléctrico pase por los campos de estos cuatro municipios, en menor medida Montesa. Se ven afectadas más de 360 parcelas, prácticamente todas agrícolas y varias industriales en el término de Vallada. Según la solicitud, hay contemplados en torno al centenar de apoyos eléctricos o torres de alta tensión que supondría una importante cantidad de suelo expropiado para su instalación.

Los propietarios no han sido informados. Se han enterado por la publicación del BOE alertados por los propios consistorios de que sus tierras están incluidas en dicho proyecto como afectadas. Los alcaldes de la Font de la Figuera, Vicent Muñoz, y Moixent, Guillermo Jorques, han manifestado que presentarán alegaciones a este proyecto al considerar que la línea eléctrica que se deberá instalar y que cruza sus municipios ponen en jaque todo por lo que están luchando.

Se muestran especialmente indignados porque la parte de la infraestructura de evacuación que discurre por el término de Almansa se contempla que vaya soterrada. Sin embargo, una vez que entra en tierras valencianas el tendido eléctrico es aéreo con apoyo de estas torres de alta tensión.

«Me parece bien que se invierta en energías renovables, pero no así», manifiesta Vicent Muñoz, «el impacto que causará a la imagen del paisaje será brutal con las torres de alta tensión, además de la contaminación acústica que producen», subraya.

En el caso de este municipio, entre las zonas afectadas están la de El Carrascal y Císcar donde se ubica una de las más conocidas bodegas, Arráez. Junto a ella hay proyectada una de esas torres eléctricas y otra muy próxima. «Intentamos fomentar el paisaje para impulsar iniciativas empresariales como la que ha puesto en marcha esta bodega y nos encontramos ahora con esta situación», señala el alcalde de la Font de la Figuera.

Independientemente de que sea declarada la utilidad pública, el primer edil de La Font lamenta el no tener aún aprobado el Plan General en el que se regula la protección de estos terrenos y la instalación de estas infraestructuras. Precisamente este miércoles ha pasado por la Comisión Territorial.

Laxa regulación

También lamenta que la regulación a nivel estatal sea «excesivamente amplia», dando poca posibilidades a los ayuntamientos para defenderse de este tipo de agresiones a su territorio.

Más perjudicado se siente el alcalde de Moixent porque el recorrido planeado afecta no ya al casco urbano, «ya de por sí encajonado de infraestructuras viarias y ferroviarias».

Y es que para poder salvarlo se ha proyectado un recorrido diagonal y el tendido pasa sobre el castillo, que recuerda está declarado Bien de Interés Cultural.

Es a eso a lo que se agarra el primer edil moixentí para plantear su alegación: la incompatibilidad de estas infraestructuras con la protección de este patrimonio y su entorno. «Es el mismo problema que estamos teniendo con los proyectos de instalación de placas solares», subraya.