Sueca ultima la construcción de la piscina tras doce años desde el inicio del proyecto

Los habitantes de Sueca volverán a pasar otro verano observando como la zanja de hormigón que debería ser la piscina descubierta municipal tan solo está llena de agua de lluvia. Sin embargo, puede que este sea el último verano que este proyecto, cuyos inicios se remontan a 2006, siga sin ver la luz. En los prespuestos de 2018, el Ayuntamiento de Sueca aprobó una dotación de 101.000 euros destinada a terminar la piscina de verano y el consistorio ha confirmado la reactivación de las obras a finales de junio. Se trata de una demandada infraestructura que ha pasado por todo tipo de dificultades para su realización.

Las obras para la construcción de una piscina descubierta y recreativa de Sueca iban a ser financiadas por el Plan de Confianza de la Generalitat Valenciana - el también llamado 'Plan Camps'- que se ha visto interrumpido en diversas ocasiones, desde el año 2012.

Pero el 'culebrón' de la piscina descubierta de Sueca se remonta a mucho antes, concretamente al año 2006. El Ayuntamiento, presidido por el alcalde socialista, Salvador Gil, prometió una piscina de carácter lúdico y recreativo, que abriría en el verano de 2007. Este proyecto se constituyó a través de un acuerdo del consistorio con una Unión Temporal de Empresas. Incluso se produjo una polémica por la forma que iba a tener la piscina, pues aunque el Ayuntamiento optaba por la media luna, los clubes deportivos reclamaban que se construyese con forma rectángular. Sin embargo, dos años después, el Ayuntamiento revocó el contrato a la empresa constructora por incumplimiento de plazos. La construcción de la piscina se volvió un tema recurrente en los programas electorales de los candidatos a las elecciones municipales, pero parece que el proyecto se resistía a salir adelante. 'El Plan Camps' cimentó, excavó y construyó parte de la estructura, que también quedó inacabada por falta de fondos.

«En la época de la crisis las empresas se quedaban con el proyecto a un precio muy ajustado, y cuando ven que no lo pueden llevar adelante, lo abandonan. La piscina es un retrato, en toda regla, de la crisis económica.», señala el consistorio.

Ahora, doce veranos después, se prevé que la piscina esté terminada el verano próximo. «Las únicas actuaciones que faltan son las de acondicionamiento del espacio y disponer el equipamiento interior y básico de la piscina y está previsto que abra el año que viene», nos confirman fuentes municipales.

Según declara el representante de la oposición Dimas Vázquez, portavoz del Partido Socialista en Sueca, que la infraestructura vaya a estar terminada para el verano de 2019 es del todo oportuno para los partidos que dirigen el Ayuntamiento. «Se trata de una obra que ha sido muy demandada por la ciudadanía de Sueca, por lo tanto, su inauguración, a vísperas de elecciones, va a suponer una forma más de hacer campaña electoral», ha declarado el representante de los socialistas en Sueca.

«Al final se hará lo posible, y también lo imposible, por parte del Ayuntamiento para que la piscina este terminada antes del verano que viene, es algo que les beneficiaría mucho para las elecciones», concluye Vázquez.

Por su parte, los vecinos se muestran molestos y cansados por todas las veces que se les ha prometido la finalización de una obra que nunca llega. «Los que tenemos hijos agradeceríamos tener un lugar al que poder llevarlos en verano», declara una vecina de la localidad. «Sueca no tiene vida en verano, se queda vacío y que existiera una piscina de este tipo daría un motivo a los habitantes para quedarse en el pueblo», explica.

Según afirman fuentes del consistorio, para el Ayuntamiento de Sueca tampoco ha resultado cómodo tener que lidiar con las obras de la piscina. «A nosotros nos ha provocado mucha impotencia, porque el retraso de las obras no es culpa del gobiero y este acaba cargando con toda la culpa»

Otros habitantes optan por acudir a poblaciones cercanas que si cuentan con piscina pública, para poder refrescarse durante el verano. Corbera, Polinyà, Riola o Sollana llevan años siendo los destinos preferidos por los suecanos. «Me parece increible que pueblos del tamaño de Riola tengan piscina y Sueca no», comenta un vecino.

La afluencia de habitantes de Sueca ha sido tal en piscinas como la de Riola que se comenzaron a establecer tarifas diferentes para los habitantes de la localidad y los 'forasteros'. «Era necesario, porque al final no se podía entrar al agua de la gente que había» explican vecinos de Riola. «Es un servicio para nuestro pueblo ¿no?» concluyen.