La Barraca de Aguas Vivas necesitará más de 150 años para compensar las emisiones de las obras municipales de los próximos cuatro años
El municipio calcula la huella de carbono de sus obras civiles y estudia crear zonas verdes para reducir el impacto
A. T.
Alzira
Miércoles, 3 de diciembre 2025, 16:56
La Barraca d'Aigües Vives ha dado un paso pionero en materia ambiental con el encargo del Estudio de cuantificación de las emisiones de gases de efecto invernadero (y su compensación) para las obras civiles realizadas o previstas en el municipio. Este estudio, elaborado por el Instituto de Ingeniería Energética de la Universitat Politècnica de València, busca conocer con precisión el impacto climático de 14 obras municipales a realizar en aproximadamente 4 años, y determinar si pueden llegar a ser totalmente compensadas mediante actuaciones locales de reforestación y regeneración del suelo, entre otras.
La iniciativa combina el objetivo técnico de calcular las emisiones derivadas de las obras con un componente estratégico: acercar la ciencia a la gestión municipal, aportando herramientas sencillas que puedan utilizar los responsables públicos y la ciudadanía.
Los informes realizados señalan que en los próximos cuatro años se emitirán 3.300 toneladas de dióxido de carbono por las nuevas actuaciones y que se necesitarán entre 132 y 590 años para compensarlas.
El estudio sigue la metodología de cálculo de huella de carbono basada en normas internacionales y aplica un enfoque de ciclo de vida que considera las emisiones desde la extracción de materias primas hasta la finalización de cada obra
Para cada proyecto se han cuantificado, entre otros factores las emisiones de los materiales empleados, el transporte hasta la obra y el uso de la maquinaria y otras actividades de la ejecución de las obras.
Los resultados muestran que la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, medidas en toneladas de Dióxido de Carbono equivalente, proceden de los materiales utilizados, con porcentajes que oscilan entre el 73 % y el 99 % del total según la actuación.
Entre las obras evaluadas destacan por su magnitud la mejora de seguridad vial CV-50 qu supone la emisión de 1.655 toneladas de CO2e. La construcción del colegio Santa María de Aguas Vivas alcanzará las 600 t CO2e mientras que el nuevo edificio Almacén serán 157 t CO2e.
Otras actuaciones, como la pavimentación de vías verdes, la rehabilitación del depósito o las islas de contenedores, presentan huellas más reducidas, inferiores a 10 t CO2e por obra. En total, el conjunto de intervenciones analizadas supera las 3.300 toneladas de CO2 equivalente.
El estudio profundiza también en la capacidad de los ecosistemas para absorber carbono. Un único árbol maduro puede capturar decenas de kilos de CO2 al año, mientras que restaurar suelos degradados permite pasar de ser emisores netos a actuar como sumideros climáticos.
El proyecto de Zona Verde que el Ayuntamiento estudia, necesitaría entre 132 años en el mejor caso, y 590 años en el peor, para compensar las emisiones de las obras estudiadas a realizar en 4 años.