El pilotari que paga a su anunciante

Moltó afronta una nueva etapa en su vida, profesional y personal. Y fruto de esta evolución es este patrocinio que él denomina «a la inversa». «Voy madurando, cambiando de pensamiento y no todo es económico, aunque es necesario para mantenerte a ti y al equipo técnico. Pero haces números, ves que puedes asumir los costes de la infraestructura y piensas que puedes hacer otras cosas. Y pensé que podía colaborar con una buena causa y la verdad es que la satisfacción personal que te da no hay dinero que te lo pague», explica.

Amante como es de los animales, Moltó contribuye económicamente desde hace tiempo con la 'Associació per a la defensa i benestar dels animals abandonats Finca la Tia Milieta - Refugi Caní La Rosa' de Barxeta, su pueblo. El jugador prefiere no hacer públicas las cifras pero su aportación es considerable. Se trata de un refugio gestionado en su mayoría por voluntarias que comenzaron hace más de doce años asistiendo de manera personal a los canes abandonados, y que admite donaciones a través de la página web teaming.net. Pero el volumen crecía tanto que fue necesario construir unas instalaciones adecuadas.

La asociación ha cambiado de ubicación en el término municipal de Barxeta. «Comenzamos en unos terrenos que nos dejaron unos amigos aunque estos alojamientos se fueron deteriorando y además estaban en una zona forestal que nos provocaba una inquietud constante por el riesgo de incendio. Afortunadamente, son muchas las personas que aman a los animales y nos han cedido otros terrenos, nos aportan unas donaciones importantes y colaboran en el pago de la alimentación y esterilización. El Ayuntamiento de Barxeta también nos ayuda bastante y ahora es más fácil, dentro de la dificultad, salvar vidas inocentes que no tienen culpa de haber nacido en el seno de hogares de gente irresponsable y mala», apuntan.

Moltó lucirá desde ya la imagen de la asociación en su pantalón. «Pretendo concienciar a la gente hacia el respeto a los animales. Creo que los que tenemos algo de visibilidad debemos devolver a la sociedad parte de lo que nos ha dado y me siento orgulloso de que la pilota, en su humildad, pueda contribuir a hacer cosas buenas», dice el jugador. Y como en su pantalón continúa quedando espacio 'vendible', es muy probable que en breve aparezcan nuevos logotipos. «A día de hoy no tengo ganas de llevar patrocinios privados, a los que estoy agradecido por todo su apoyo durante mi carrera, y sí de asuntos más sociales. No puedo asegurar que esto sea para siempre, porque nunca sabes dónde te va a llevar la economía, pero la idea es mantener estos patrocinios a la inversa», comenta.

La evolución a la que hace referencia Moltó también se está notando en lo deportivo. La campaña anterior fue una de las más complicadas de su excelente trayectoria deportiva e incluso llegó a plantearse la retirada, con solamente 30 años. «2022 comenzó muy bien, jugando a buen nivel en la Lliga, donde alcancé las semifinales. Pero me lesioné antes de disputarla. Forcé para jugar la eliminatoria de ida y fue para mal porque me rompí más. Quizás fue una irresponsabilidad, pero quería estar», comenta.

A partir de aquí, todo fue a peor. «Entré en un círculo vicioso de no entrenar adecuadamente. La cabeza tampoco me acompañaba. Estaba un poco asqueado con todo y con todos y a finales de año esperaba que la Fundació me diese el finiquito. No quería arrastrarme por los trinquets, valoré la opción de dejarlo», explica.

Para su sorpresa, desde la Fundació, le ofrecieron renovar. «Me dijeron que por una mala temporada no iban a dejar de lado a un jugador que había dado tanto. Eso me hizo pensar, conectarme de nuevo. En la Lliga no he entrado y lo entiendo porque no tenía el nivel, pero he recuperado la ilusión y estoy rindiendo bien desde que ha comenzado el año. He amontonado los obstáculos para pasar por encima de ellos. Antes, los compañeros se hacían atrás para cubrir mis carencias; ahora, los envío hacia adelante y confían en mí», concluye.