La enésima alabanza a El Genovés

Tras su jubilación como profesor mercantil, Jaume Morrell pensó que una buena manera de ocupar su tiempo podía ser escribir un libro sobre su gran pasión, la pilota, y más concretamente centrado en su buen amigo, Paco Cabanes 'El Genovés'. Para ello pidió ayuda a David Sarasol, director del Museu de la Pilota del Genovés, y entre los dos han parido 'Paco Cabanes El Genovés. El millor esportista del segle XX', editado por la Diputació de València y presentado el pasado sábado en el trinquet Pelayo. La tarea de cada uno ha estado muy definida, según explica Sarasol: «El contenido es cosa de Jaume y yo me he dedicado a facilitarle información desde el museo y la parte gráfica».

El título es rotundo, aunque tiene su explicación. «Sabemos que es un poco atrevido pero la reflexión que me hace Jaume y que yo comparto es que en cualquier deporte que nos fijemos, unas figuras van superando a las anteriores. En la pilota no; a Paco no lo ha superado nadie y dudo que lo consigan», comenta Sarasol.

Las cerca de trescientas páginas que componen la obra suponen una biografía deportiva. «Es en definitiva una recopilación y crónicas de unas dos mil quinientas de las cinco mil que tenemos constancia que jugó El Genovés. Además, Jaume ha dado su opinión respecto a las épocas que ha tenido Paco: cuando comenzaba, estando en plenitud, cuando comienza a decaer, los desafíos, partidas en diferentes modalidades o enfrentamientos contra vascos, entre otros muchos aspectos», dice Sarasol.

También hay capítulos específicos a Pepe, su hermano y pareja de baile durante décadas por decisión del mismo El Genovés, y cómo no, a su mujer María Luisa, «el pilar básico en la vida de Paco». En el libro se incide en el número de partidas que El Genovés podía disputar en una temporada, alrededor de 200, –aunque Sarasol dispone de una agenda con 365 apuntadas el mismo año– para demostrar que Paco era «un extraterrestre, un privilegiado y que de un día para el otro tenía una capacidad de recuperación tal que seguía rindiendo al mismo nivel».

Y a lo largo de la obra se destaca especialmente las privaciones a las que estaba sometido. «Ahora que la pilota se ha reconocido como deporte a nivel de España cobra mayor importancia este hecho. En todos los deportes hay alguien superior al resto y los demás se deben conformar, pero la apuesta pesaba mucho en esa época y con Paco se cometieron auténticas barbaridades que le impidieron conseguir un palmarés que hubiese sido inalcanzable para cualquiera. Por poner un ejemplo muy simple, no es lógico que una partida se juegue dos contra tres solamente para facilitar que haya apuestas», señala Sarasol.

Otra reivindicación que aparece en la obra es la exquisitez en el juego del Genovés. «A Paco se le ha destacado principalmente por su fuerza descomunal, y es cierto, pero además era un pilotari muy técnico. Yo no entiendo demasiado de pilota, pero Jaume me lo ha explicado a la perfección: el dau de Eusebio era criminal, y que Paco le restara con la zurda, eso es cuestión de técnica más que de fuerza. Y durante muchos años jugó sin disponer ya de la fuerza de un joven y se mantuvo en lo más alto porque sabía jugar. Llegó un momento en el que lo que quedaba era la técnica», indica David Sarasol. Y atención al preámbulo del libro: «Que nadie espere un comentario crítico hacia Paco, el hombre, el deportista que ha dignificado la pilota; el personaje merece ser tratado como lo hacen las religiones con sus dioses, porque eso es lo que ha sido Paco para la pilota». Amén.

• Temas
• Pilota valenciana