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Hamilton, a resolver los flecos de su pentacampeonato
GP de México

Hamilton, a resolver los flecos de su pentacampeonato

El británico ganará el título con acabar séptimo, haga lo que haga Vettel, al que sólo le sirve ganar para seguir vivo en el Mundial

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Jueves, 1 de enero 1970

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Es prácticamente un hecho que el domingo habrá nuevo pentacampeón del mundo de Fórmula 1 y que su nombre será Lewis Hamilton. Prácticamente con no abandonar en México le vale: si es séptimo, haga lo que haga Sebastian Vettel, se proclamará campeón e igualará a Juan Manuel Fangio, en el segundo 'match ball' de esta temporada tras el repaso que les dio a él y a Mercedes Kimi Räikkönen en la pasada cita de Austin.

No es lanzar las campanas al vuelo, sino constatar una apuesta casi segura: cualquier resultado de este año, excepto el abandono de Austria, le haría campeón del mundo automáticamente. Irónicamente, lo que no le serviría es lo que cuajó el año pasado, un noveno puesto que, en 2017, sí le dio la ventaja suficiente como para ganar su cuarto título. Si Hamilton es octavo o peor, sólo sería campeón en caso de que Sebastian Vettel no gane… y el mejor resultado del alemán en las anteriores carreras en el Autódromo Hermanos Rodríguez es el cuarto puesto del año pasado. En 2015 abandonó y en 2016 fue quinto.

Pese a las óptimas perspectivas, el rendimiento mostrado en Austin levantó ciertas sospechas entre los propios pilotos. El miedo a que Ferrari levantase una reclamación por una posible ilegalidad de las llantas de las flechas plateadas hizo que cambiasen las mismas a una especificación que provocaba un excesivo desgaste de los neumáticos. Eso propició no sólo que Hamilton llegase al final de la carrera en Estados Unidos en peores condiciones que sus rivales (pelear contra Verstappen tampoco ayuda a gestionar neumáticos), sino también Bottas, que se vio sobrepasado por el propio Vettel en la recta final del campeonato.

Para Mercedes, como equipo, también es un fin de semana importante. El campeonato del mundo de constructores también está muy cerca de decidirse, con el consecuente premio económico que conlleva. La diferencia entre las flechas plateadas y Ferrari es de 66 puntos: si consiguen, al menos, 20 puntos de ventaja en esta carrera, los alemanes dejarán sentenciado el título de equipos. No obstante, la lógica dice que sólo una pequeña debacle propiciaría la resolución del campeonato en esta carrera: ni un doblete de Hamilton y Bottas sería suficiente, y dependerían de lo que hiciesen en Ferrari.

La escuadra alemana tendrá un apoyo más, aunque no será en el circuito, sino desde casa. Niki Lauda se ha empeñado en aumentar su leyenda y, mostrando una capacidad de recuperación que parece de otro mundo, ha recibido esta semana el alta hospitalaria, poco más de dos meses y medio después de que le trasplantasen un pulmón. Abrasado en Nürburgring en el 76, con dos riñones prestados y un pulmón nuevo, y a sus 69 años, 'la rata' más rápida del planeta sigue dando guerra, para alegría de sus chicos de Mercedes.

Sainz y el honor de sustituir a Alonso

Carlos Sainz y Fernando Alonso tienen una nueva oportunidad de ir cerrando con buenas sensaciones sus respectivas etapas en Renault y en la Fórmula 1 respectivamente. Para el madrileño, esta será su antepenúltima carrera en el equipo galo antes de centrarse al 100% en sustituir al asturiano en la escuadra McLaren, que hace ya tiempo que no piensa en otra cosa que no sea cavar definitivamente el foso donde van a enterrar esta temporada. Sainz, en un evento publicitario, admitía que es «un sueño hecho realidad» sustituir a «uno de los mejores pilotos de la historia», en referencia a Alonso. Antes tendrá que ayudar a su actual escudería a pelear por esa cuarta posición en la que anda envuelto Renault, frente a los envites de los esquizofrénicos Haas.

Por su parte, tras la corta participación de Alonso en la carrera de Austin, todo lo que sea acabar (y, si puede ser, entre los puntos), será una buena noticia para él. El asturiano salió de Estados Unidos que echaba chispas, y más después de escuchar de boca de sus jefes en McLaren que no iban a estar durante la temporada 2019 en la IndyCar. «Quiero olvidarme de la decepción de Austin lo antes posible, así que no puedo esperar para ponerme al volante de nuevo», decía en las jornadas previas. El asturiano puntuó el año pasado aquí, gracias a su 10º puesto, y si consigue igualar o mejorar el resultado, se dará por satisfecho.

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