Cuando el Magro fue un monstruo
Un río habitualmente con poca agua desató su furia el día de la dana: multiplicó por 20 su capacidad en Utiel y en Carlet llegó a transportar un caudal de 4.000 metros cúbicos
Utiel fue el primer municipio valenciano en el que comenzó la gran tragedia de la dana. Sobre las 14 horas del inolvidable 29 de octubre ... las calles empezaban a inundarse y barrios enteros quedaban arrasados por el lodo. Horas antes de que el barranco del Poyo o el de l'Horteta sembraran el caos en l'Horta Sud, el río Magro, un río menos conocido al no ser tan devastador como otros, atemorizaba a la provincia de Valencia de oeste a este.
Aunque nace en la sierra de Cuenca, en la pequeña localidad fronteriza de Aliaguilla, prácticamente los 126 kilómetros de recorrido de este río transcurren por tierras valencianas con un caudal bajo y muy irregular. Sin embargo, en Utiel el día de la dana el Magro superó los 1.500 metros cúbicos por segundo cuando es habitual que el agua ronde los 75. Esto supone multiplicar por 20 su caudal y por tanto las consecuencias fueron terribles para esta población. El nivel del agua alcanzó los tres metros en algunos barrios y seis personas perdieron la vida.
Pero el recorrido de terror del Magro acababa de comenzar. Aguas abajo fue cogiendo mayor volumen hasta llegar a cifras que superan todos los récords.
Después de atravesar la Plana de Utiel y parte de la Hoya de Buñol, el río se adentra en la Ribera por Turís. En esta localidad se registraron las máximas precipitaciones del día, 771 litros por metro cuadrado, lo que hizo que el agua de este cauce aumentara todavía más convirtiéndose en una gran amenaza. En Montroi se estima que el caudal máximo fue de 3.600 metros cúbicos por segundo, según los estudios que se incluyen en el Plan para la recuperación y mejora de la resiliencia frente a inundaciones del Ministerio para la Transición Ecológica, MITECO.
En Catadau, Llombai y Alfarb el agua no llegó a los cascos urbanos al estar más alejado pero se duplicó el espacio establecido para este río.
Fue en la siguiente localidad donde se registró el mayor volumen de agua del Magro. Y es que en Carlet los caudales estimados señalan que se alcanzaron los 4.000 metros cúbicos por segundo, cifra que supera todas las estimaciones de los estudios hidrológicos previos.
Esta crecida fue mayor incluso que la que se registró en el barranco del Poyo donde se llegó a máximos de 3.500 metros cúbicos arrasando todas las localidades a su paso.
Sin embargo, debido a la gran capacidad del cauce en Carlet, el casco urbano no sufrió de forma importante las consecuencias de esta gran masa pero sí infraestructuras clave como el puente que une la localidad con el polígono industrial que colapsó por la gran altura y fuerza con la que llegó el agua a esta localidad.
Siguiendo el camino del Magro, l'Alcúdia es su siguiente punto de paso y aquí las consecuencias de la riada si se notaron en el pueblo. Los estudios señalan que se desbordaron por el margen derecho 400 metros cúbicos por segundo que llegaron al polígono industrial y al casco urbano donde fallecieron dos personas. En uno de los meandros del río está en plena construcción una de las motas que la Confederación Hidrográfica del Júcar, CHJ, ha proyectado para reducir el impacto de las crecidas de este río. Este muro de piedra con gaviones alcanzará los seis metros durante un kilómetro.
El desbordamiento del Magro en este punto, entre l'Alcúdia y Guadassuar, provocó el corte de la A-7 donde hasta 1.800 metros cúbicos por segundo recorrieron esta vía principal.
Un poco más abajo, ya en término de Guadassuar, las estimaciones apuntan a un caudal desbordado de 300 metros cúbicos que causaron importantes daños en una parte del municipio por ello la CHJ también opta por construir protección mediante motas en esta zona.
El último término municipal que atraviesa el Magro antes de confluir con el río Júcar es Algemesí. En esta ciudad la riada afectó a todo el casco urbano y causó cuatro muertes. Según los estudios, 1.400 metros cúbicos por segundo corrieron por sus calles, casi tres veces más de la capacidad normal del lecho que se estima en 500 metros cúbicos.
Para intentar reducir este riesgo de inundación se ha propuesta ampliar el cauce unos 20 metros lo que incrementará su capacidad hasta los 750 metros cúbicos por segundo, aún así sería la mitad del agua que llegó el día de la dana. Por eso ya se plantean por parte del Ayuntamiento de Algemesí otras soluciones como la construcción de una mota de 2,40 metros en la zona del Raval, la más cercana al río y donde el agua superó los dos metros y medio de altura.
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