Una jueza valenciana para luchar contra los fallos de las pulseras de maltratadores: «Es un problema a aclarar y seguir de cerca»
La magistrada Esther Rojo, nombrada nueva presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género
Una jueza valenciana será uno de los mascarones de proa en la lucha contra uno de los problemas que más preocupa ahora mismo a las ... víctimas de malos tratos: los continuos fallos que se producen en las pulseras de localización de los autores de violencia de género. Con su nombramiento este miércoles como nueva presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la magistrada Esther Rojo se convierte en uno de los puntales para paliar este quebradero de cabeza. «Una de mis prioridades será seguir de cerca este tema y aclararlo», ha asegurado en declaraciones a LAS PROVINCIAS.
Esther Rojo es licenciada por la Universitat de València en Derecho y en Criminología, esta última con premio extraordinario de fin de carrera. Ingresó en la Carrera Judicial en 1996. Tras ser titular en juzgados de Denia (donde llegó a ser decana), Reus y Valencia, en 2018 obtuvo plaza de magistrada en la Audiencia Provincial de Valencia, donde ya había ejercido previamente en comisión de servicio entre abril de 2013 y diciembre de 2014 y entre febrero de 2017 y junio de 2018.
Durante su paso por este órgano estuvo destinada, entre otras, en una sección especializada en violencia sobre la mujer. En 2019 fue nombrada presidenta de la Audiencia Provincial de Valencia, cargo en el que permaneció hasta su designación como vocal del Consejo General del Poder Judicial en julio de 2024. Desde diciembre de 2014 hasta julio de 2024, formó parte de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, así como de su comisión permanente.
Los últimos fallos de las pulseras fueron denunciados esta misma semana por el Consell: los dispositivos pitan de manera errónea y lanzan una falsa alerta sobre la cercanía del agresor. El sistema de seguridad que gestiona la empresa Cometa, y que ha sufrido reiteradas disfunciones en los últimos meses, consiste en una pulsera (generalmente colocada en un pie) que geolocaliza al agresor y otro dispositivo, junto a un 'botón del pánico', que llevan las víctimas. Estas habrían recibido pitidos sin que el maltratador estuviera cerca.
La jueza Rojo señala que desde el Ministerio se informó de la incidencia «y se dijo que ya estaba subsanada». La nueva presidenta del Observatorio de Violencia ha señalado que la semana próxima presidirá la primera reunión del organismo que ahora encabeza, en la que se tratará con especial énfasis esta cuestión.
No será la única. «También que vamos a seguir muy de cerca el impacto de las nuevas competencias en los juzgados de violencia de género y en las secciones especializadas de las audiencias provinciales. Hay mucha preocupación en la carrera y en las mujeres víctimas», ha destacado la jueza valenciana.
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