La Comunitat sólo tiene un psiquiatra por cada 800 enfermos mentales graves

La denuncia de escasez de médicos especialistas llega desde distintos ámbitos de la actividad asistencial de la Comunitat Valenciana. Y entre ellos se encuentra el de la psiquiatría. El número de estos especialistas se sitúa en torno a los 300 en una sociedad en la que se estima que la presencia de personas con enfermedad ronda los 250.000, según los datos que facilitan expertos en este territorio de la atención sanitaria. La relación entre una y otra cifra revela como resultado un psiquiatra por cada 833 pacientes graves.

Mencionan estos datos el secretario general del sindicato médico CESM, Andrés Cánovas, y Francisco Pérez, presidente de la asociación Española de Neuropsiquiatría-Profesionales de Salud Mental. Pérez apunta que «se prevé que en breve» aumente el número de profesionales disponibles. Esta valoración la apunta a la luz de la cifra que facilita en la Estrategia de Salud Mental (2016-2020) de la Conselleria de Sanidad, que apunta la presencia en la Comunitat de 302 psiquiatras.

En el tiempo transcurrido desde la fecha de referencia -2016- hasta ahora, asegura Pérez que ha habido poca variación en la presencia de estos profesionales: «Ha variado poco hasta el momento» y advierte de la posibilidad de que se haya podido dar un aumento en algún «caso puntual». A partir de estas consideraciones destaca que para desarrollar el mencionado plan estratégico «sin más recursos no se puede llevar a la práctica». Y no sólo habla de recursos humanos, considera que también hay que revisar las instalaciones con las que cuenta el sistema.

En este punto refiere algunas cuestiones a revisar al advertir de la necesidad de revisar la existencia de «residencias mixtas en las que ingresan enfermos y mayores». La crítica de Pérez se dirige a la iniciativa de la Conselleria de Igualdad para las instalaciones de Bétera: «Estamos en contra de la ampliación de Bétera. No es ese el concepto, no queremos macrocentros».

El secretario general de CESM apunta las cifras señaladas y también refiere como escasa la relación entre número de psiquiatras y de enfermos. Pero su denuncia de falta de recursos humanos no se reduce a estos profesionales. Incluye en ese a psicólogos, enfermeras y psicopedagogos.

Además, el representante sindical, habla de otro problema que desvela la necesidad de profesionales. Cita los cambios en la atención a los niños con autismo o trastornos del déficit de atención, entre otras patologías. Cánovas cuestiona el cambio de modelo aplicado para la prestación de los servicios de atención temprana a estos pacientes, área adscrita a la Conselleria de Igualdad. «Había conciertos con empresas que paliaban la falta de profesionales, pero en estos momentos se han perdido un millar de puestos de psicopedagogos y psicoterapeutas».

La razón de que ello haya sucedido, según el representante sindical, ha sido el final de los conciertos, algo que a su juicio ha conducido a que muchas familias se hayan visto abocadas «a tener que pagar» los centros para que las horas de atención a sus hijos no se vieran reducidas, además de «tener que soportar esperas de tres a seis meses para poder acudir».

Familias de estos niños ya criticaron semanas atrás «la eliminación de los tratamientos especializados que se autorizaban desde la Conselleria de Sanidad para los niños de hasta siete años y llevaban prestándose más de una década». Recordaban entonces que en los centros sanitarios, la atención oscilaba entre las ocho y las 20 horas mensuales de intervención individualizada, de una hora de duración cada sesión. Ahora se proporcionan como máximo, dos sesiones a la semana de 45 minutos».

Cánovas señala que ahora «a los niños se les remite a las Unidades de Salud Mental Infantil (Usmi), cuando se trata de problemas neurológicos». Como consecuencia de ello, el representante sindical apunta que la presión asistencial para psiquiatras y psicólogos, entre otros profesionales, aumenta dada la ratio de pacientes y profesionales.