Pablo Alborán anuncia un parón de dos años para «recuperar una vida normal»
El cantante malagueño dice necesitar más tiempo para los suyos y para sí mismo lejos de los escenarios, los focos y la burbuja de la industria
M. L.
Lunes, 21 de diciembre 2015, 02:46
Ser un estrella de la música y llevar una vida normal no parece muy compatible. Tan difícil es que Pablo Alborán (Málaga, 1989) renuncia a lo primero para tratar de conseguir lo segundo. Anuncia un parón de dos años alejado de giras, estudios, escenarios y actos promocionales para llevar una vida corriente. Así lo dijo, para disgusto de sus legiones de fans, el pasado sábado en el programa ¡Qué tiempo tan feliz! que María Teresa Campos conduce en Tele 5. El cantante le dio la exclusiva a su paisana y confirmó que pretende dejar 'la carretera' durante 48 meses «para poder ser una persona normal».
Y eso supone dedicar más tiempo a su familia, a sus amigos y a sí mismo. Algo que ahora le impide la vorágine de un éxito creciente y que le ha tenido en ruta y en tensión permanente en los últimos años. «Hace un año que no quedo con mis amigos para cenar. Es muy difícil volver a ser yo», dijo. «Lo peor de la fama son los prejuicios y la ideas preconcebidas y soy alguien muy normal que quiere recuperar su normalidad», le confesó a la presentadora malagueña un Pablo Alborán que también quiere tiempo «para estudiar». «En España pararé dos años» precisó, confirmando que atenderá algunos compromisos internacionales, como un recital en el Olympia de París o su cita con el Festival de Viña del Mar, en Chile.
«Llega el momento de parar, de buscar tiempo para mí, para mi familia, para el amor y para los amigos, que no he abandonado, pero casi. Y me duele por dentro. No tengo tiempo para ellos y lo voy a encontrar» dijo confirmado que su corazón está tranquilo «Estoy bien como estoy, porque no hay nada mejor que la soledad elegida», precisó. «Es el momento de recoger velas, de volver a encontrarme y regresar a la normalidad», insistía. «Lo he dado todo en cinco años y lo seguiré dando, pero necesito recuperar algo que ni si quiera he creado, una vida fuera de las cámaras, los escenarios y de este trabajo que me vuelve loco». «Hace falta descansar y que la gente también descanse», resumía.