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Empleados del retén fúnebre judicial trasladan el cuerpo sin vida de una de las víctimas.
Una mujer y su nieta de 10 años mueren cosidas a cuchilladas en Valencia

Una mujer y su nieta de 10 años mueren cosidas a cuchilladas en Valencia

La Policía Nacional arresta en Castellón a una mujer, familiar de las víctimas, que padece esquizofrenia

J. A. MARRAHÍA. RALLO

Sábado, 29 de agosto 2015, 00:18

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El llanto desgarrado, los abrazos de condolencias, los continuos gestos de rabia, nerviosas llamadas de teléfono... Al otro lado del precinto policial, una familia china residente en Valencia iba conociendo la tragedia que gestada poco antes en el octavo piso de una vivienda de la Cruz Cubierta.

La casa, ocupada por una familia de comerciantes chinos, fue el escenario de un terrible crimen que la Policía Nacional trataba ayer de esclarecer. Una mujer de 62 años y su nieta de 10 aparecieron cosidas a cuchilladas poco antes de las dos y media de la tarde. Al cierre de esta edición, los agentes acababan de arrestar en Castellón a una mujer que habitualmente reside en la casa y que no se encontraba allí cuando fueron descubiertos los cuerpos. Se trata de una joven de unos 30 años hija de la mujer fallecida y tía de la menor. Según fuentes próximas a la investigación, podría padecer problemas de esquizofrenia y ahora se investiga si la enfermedad está relacionado con el trágico desenlace.

Todo sucedió poco antes de las dos y media de la tarde, en una vivienda de nueve alturas situada en el número 12 de la calle Tomás de Villarroya, muy cerca de la Cruz Cubierta. A esa hora un hombre delgado de edad avanzada salió del patio, cruzó la vía a toda prisa con el rostro desencajado y se dirigió a una tienda multiprecio situada justo enfrente de su finca.

«¡Ayuda, llama a la policía, ayuda!», clamó a los responsables de Comercial Unival, también de origen chino. Algunos vecinos llegaron a afirmar que hizo alusión a un crimen y, en concreto, al verbo «matar». También dijeron que iba manchado de sangre, pero este punto no está confirmado. El joven que estaba en la tienda, al menos, vio su ropa «en estado normal». «El señor estuvo aquí quince segundos. Estaba muy nervioso y preocupado y enseguida se marchó», describió el joven dependiente del comercio. Como es lógico telefoneó al 091, que previamente también había recibido una alerta del 112 sobre los preocupantes acontecimientos en la finca.

Cuando las primeras patrullas llegaron al lugar comprobaron la razón por la que este hombre, de unos 60 años, estaba tan aterrorizado. Al parecer, acababa de encontrarse a su mujer y a su nieta de 10 años cosidas a puñaladas en un dormitorio de la vivienda. Los policías comprobaron el terrible ensañamiento que sufrieron las víctimas.

Todo apunta a que el morador detectó el macabro hallazgo al regresar de un bazar que la familia regenta en la cercana calle Músico Cabanilles, en el barrio de San Marcelino. Fue a la hora de comer. Un vecino aseguró que la tienda estuvo abierta durante toda la mañana.

Cuando los agentes se presentaron en la casa comprobaron los graves signos de violencia de ambos cuerpos, casi irreconocibles, y la gran cantidad de sangre repartida por las estancias. El caso quedó, de inmediato, en manos de la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Actuaciones Especiales de la Policía Científica. También fue clave la colaboración de los agentes de Patraix.

Una de las primeras medidas fue desalojar y precintar la tienda de 'todo a cien' en la que el familiar de las víctimas había pedido auxilio. El interés era obtener huellas en los objetos que tocó en la entrada y en el mostrador para cotejar con las recuperadas en la vivienda y establecer posibles implicaciones. Sin embargo, todo apunta a que el hombre no guarda relación con las muertes, más allá de ser la persona que las descubrió. La policía lo trasladó en un coche patrulla para recabar su testimonio en la Jefatura de Policía.

Relaciones familiares

A continuación, los investigadores trataron de identificar a las víctimas y establecer los parentescos de todas las personas que vivían en la casa de manera habitual. No fue fácil. «Ahí hay, por lo menos, seis chinos de tres generaciones distintas», comentó el responsable de una cafetería próxima que vive en el edificio donde ocurrieron los hechos.

En esa tarea colaboraron un buen número de familiares de origen asiático que se presentaron en la vivienda al correr la triste noticia de boca en boca. En la casa solía habitar, de manera habitual, el matrimonio mayor y dos de sus hijos: un hombre y una mujer relativamente jóvenes que ronda la treintena. Según el testimonio coincidente de vecinos y familiares, él es padre de la niña fallecida. La otra mujer joven, la detenida con problemas mentales, es también madre de una niña de tres años.

Heridas muy profundas

Al examinar la escena del crimen, forenses y policías se toparon con una violencia extrema en las heridas que presentaban las víctimas. Eran muchas y profundas, lesiones mortales que cuadran de lleno con las que suelen encontrar los forenses en homicidios por trastornos o brotes psicóticos. En la casa no estaba el cuchillo con el que abuela y nieta fueron asesinadas.

Tras entrevistarse con familiares y amigos de la familia china, la Policía Nacional supo que faltaba una pieza clave en el rompecabezas familiar, una moradora habitual de la casa: la hija de la mujer fallecida y tía de la pequeña de 10 años. Al conocer además sus problemas psicológicos, la investigación se centró en localizarla con la mayor urgencia. Una de las preocupaciones era que la sospechosa pudiera estar con su hija de tres años en una situación muy alterada.

El dispositivo policial fue vertiginoso. Se activaron llamadas y comprobaciones. La policía tomó declaración a casi una docena de ciudadanos chinos y, a las pocas horas, ya tenían localizada a la mujer. Al parecer, se había marchado a Castellón, se ignora con qué propósito. Alrededor de las ocho de la tarde fue arrestada.

Por el momento, un posible brote psicótico es la principal hipótesis en el caso y se descarta por completo un caso de violencia de género o un asunto relacionado con venganzas o mafias chinas. La sospechosa será ahora interrogada y sometida a evaluación psicológica.

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