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El gerente de Horchatas Mercader, Tino Bendicho, junto a la cadena de producción de granizados.
Tradición familiar a la conquista de América

Tradición familiar a la conquista de América

Después de medio siglo de historia, sus productos sin gluten ni lactosa abren a Horchatas Mercader las puertas de EE UU

Á. MOHORTE

Martes, 19 de abril 2016, 21:36

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«Si la gente ya toma leche de soja, por qué no de horchata». Con esta idea, Tino Bendicho ha sabido sacar partido a la tradición familiar desde Horchatas Mercader. La empresa ha centrado su capacidad para competir en la innovación de producto a partir de la tan valenciana bebida de chufa.

Después de dos años de investigación, han puesto en el mercado una bebida vegetal de chufa ultrapasterizada (UHT) como alternativa a la leche en los desayunos y con la ventaja de no contener proteína láctea ni gluten, lo que la hace apta frente a la intolerancia a la lactosa o la celiaquía. Además, fruto de la colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han sistematizado azúcares procedentes de frutas como la algarroba, la manzana y la uva para situar el producto en unos mínimos índices en relación con la glucemia.

Actualmente, la bebida ya se distribuye en España, pero ya tienen a punto acuerdos comerciales con Italia y Estados Unidos a través de la cadena alemana Lidl, donde los productos a base de chufa están siendo una auténtica sensación.

«El haberse incluido en la categoría de 'superfood' está haciendo que la demanda se haya disparado», reconoce Bendicho. Sin embargo, esta innovación no ha venido sola. La compañía también está comercializando batidos vegetales de café, fresa o chocolate con las mismas ventajas que la bebida vegetal a base de chufa.

Tino Bendicho demuestra el orgullo que siente por su empresa y por su equipo explicando cada detalle de una firma en la que él es tercera generación. Jugador retirado de pelota valenciana, su despacho tiene varios montajes con fotografías de su época en los trinquetes. «Como empresario creo que soy igual que cuando era jugador: asumo el riesgo del equipo para salir adelante», asegura.

La historia de la compañía se remonta a 1956, cuando Salvador Mercader Bruixola abrió en la calle Convento Jerusalén de Valencia el bar y horchatería Jerusalén. Como era habitual en esa época, ellos mismos producían la bebida, pero la fama que fueron adquiriendo hizo que en sólo diez años empezaran a distribuirla a otros establecimientos del centro de la ciudad. Así nace la empresa en 1967, hace casi medio siglo.

Romper con la estacionalidad, el gran obejtivo

  • El negocio de las horchatas y los granizados carga con un gran reto conseguir equilibrar la carga de trabajo en la empresa durante todo el año. Como ocurre con otros productos vinculados al verano, estos meses de primavera son los más fuertes de producción, ante la necesidad de generar un 'stock' suficiente como para dar servicio al volumen de demanda que se produce en julio y agosto. Sin embargo, el gerente de la compañía, Tino Bendicho, reconoce que llevan años buscando la forma de mantener la plantilla durante todo el ejercicio con otros productos que permitan tener la fábrica a pleno rendimiento también en otoño e invierno. Los granizados de cava para navidades no generan un volumen suficiente de trabajo, pero Bendicho confía en que los nuevos batidos puedan revertir esta situación.

A partir de ese momento, la demanda fue en aumento hasta que en 1982 tuvieron que abandonar la sede en el corazón de Valencia para instalarse en el polígono industrial Fuente del Jarro de Paterna. Paulatinamente fueron aumentando sus productos, entrando en los granizados, y otras unidades de negocio. Si inicialmente sus clientes clave eran los hosteleros, en 1995 pasaron al envasado para la gran distribución.

El primero de esos comercializadores fue Mercadona, pero paulatinamente fueron ampliando la nómina con otras cadenas de la talla de Consum, Carrefour, El Corte Inglés, Lidl, Dia, Aldi, Vidal, Eroski, Más y más, Caprabo... De este modo entraron de lleno en un proceso de internacionalización que ha hecho que sus productos estén presentes en 17 países, tanto con marca propia como con las de distribuidor.

La tercera línea de negocio son los 'bricks', que, en el caso de los de 33 centílitros, se adaptan a las nuevas formas de consumo. Y es que el formato en el que se sirve el producto puede ser una pieza de suma importancia en el negocio, como reconoce Tino Bendicho, que sitúa a éste entre los grandes saltos de la compañía, junto a la introducción de los 'packs' de vasos de granizado, que iniciaron en 2012 y que pronto cosecharon un gran éxito.

Actualmente, otro de sus puntos fuertes es la innovación precisamente en los granizados donde ofrecen sabores como horchata, limón o café pero también cebada, leche merengada, fresa, mandarina, sandía o manzana con aloe vera. También produce frapés, batidos de frutas o cócteles granizados el mojito, piña colada, limón al cava o agua de Valencia.

Además, la empresa cuenta con el sello IFS food, un certificado internacional que es un estándar tanto alimentario como de calidad. Desarrollado para disponer de una herramienta con la que inspeccionar la competencia de los fabricantes de alimentos en cuanto a la seguridad y la calidad alimentarias, para Mercader estas siglas ya figuran en todas sus referencias.

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