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Aficionados del Valencia Basket animan ayer en la Fonteta. :: juanjo monzó
Una caldera y dos caníbales

Una caldera y dos caníbales

Rafa Martínez iguala el récord de partidos y Dubljevic ya es el máximo anotador de la Eurocup, con el catalán segundo

TONI CALERO

Miércoles, 29 de marzo 2017, 00:38

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valencia. Fernando San Emeterio preparó la final a su ritmo. Se probaba en pista Antoine Diot con suaves movimientos y tiros sencillos, Oriola estaba empeñado en los lanzamientos de cinco metros y Vives con el perímetro. San Emeterio no. El cántabro observaba a la tropa sentado en una butaca, como ajeno al ajetreo del primer combate por la Eurocup. No fue hasta pasados veinte minutos cuando San Emeterio, cuya trayectoria luce trufada de finales con equipos y selección, decidió que era el momento de ir calentando motores. La Fonteta aún perfilaba los últimos detalles. Boniface Ndong, el pívot senegalés que jugó en Clippers, Barça o Unicaja y ahora forma parte del cuerpo técnico de los malagueños, bailoteaba una canción de rap. Cada uno prepara la final a su manera.

Con la afición del Valencia Basket no fue ni siquiera necesario que arrancara el encuentro. Dos horas antes ya calentaba la Fonteta, y la presentación, en modo NBA, ayudó a que casi 9.000 personas entraran de lleno en el partido contra Unicaja. Era el inicio de la segunda final de la temporada, la lucha por un nuevo título y, además, el premio gordo: plaza para Euroliga. Por cierto, estuvo en la zona noble de la Fonteta el presidente, Jordi Bertomeu, junto a Vicente Solá y Paco Raga.

Con el pabellón volcado y Nedovic oscureciendo el camino del Valencia Basket en los primeros instantes, Sastre se convirtió en el despertador de la grada. Fue capaz el escolta de provocar el silencio entre el centenar de seguidores de Málaga que ayer pasaron por la Fonteta. Seis puntos consecutivos de Sastre metieron al Valencia Basket en un partido al que salieron muy fríos.

Una grada futbolera

Se llenó el recinto de Hermanos Maristas para el inicio de la serie -las últimas entradas se vendieron poco antes del encuentro- y por unos sitios de auténtico privilegio pasaron futbolistas como Mario Gaspar, Musacchio y Soldado, del Villarreal, o los valencianistas Carlos Soler (acompañado por familiares) y Nacho Vidal. Menos el lateral del Mestalla, el resto de jugadores lo vieron a pie de pista, en las sillas 'extra' que Valencia Basket puso para el choque. Manuel Llorente, expresidente del club taronja y el Valencia, un habitual de la Fonteta, también asistió.

A pocos metros, el banquillo taronja era un manojo de nervios. Especialmente durante una primera mitad complicada: Unicaja manejaba el guion del partido y el Valencia Basket no lo veía claro. Por ello se ganó Oriola una buena bronca de Pedro Martínez tras no acompañar a su par en defensa. Diot, baja, era el primero en aplaudir cada acción positiva de sus compañeros. Y el bestial mate de Will Thomas en el segundo cuarto desperezó hasta a los asistentes del cuadro taronja.

El Valencia Basket logró sobrevivir para llegar al descanso con el marcador igualado y la grada ya había elegido a su villano: Carlos Suárez, un clásico de las canchas españolas a quien no le importó asumir el rol. «Carlos, relájate un poco, que ya no estás en el Madrid», le espetó un aficionado. Suárez hablaba y hablaba, con compañeros y árbitros, celebraba los puntos con rabia desde el banquillo. El '43' fue perdiendo protagonismo entre la grada cuando el Valencia Basket empezó a parecerse a sí mismo en el tercer cuarto. La Fonteta vio cómo su equipo le daba la vuelta al asunto y, ahí sí, los decibelios subieron de lo lindo.

A falta de 6:14

Rafa Martínez y Dubljevic son los señores de la Eurocup. Como San Emeterio, es otro de los veteranos del Valencia Basket y un hombre que lleva camino de devorar todos los récords del club. Desde ayer, el montenegrino es el máximo anotador de la Eurocup, con 1.190 puntos, uno más que Rafa Martínez, que es segundo. El catalán arrancó el duelo ante Unicaja a tres puntos de Marko Popovic (1.188) y a falta de seis minutos y catorce segundos para el descanso anotó el triple que le aupaba al segundo escalón de la estadística. Rafa acabó con cuatro, cifras que podrá ampliar en Málaga y Valencia en el caso de que se llegara al tercer duelo de la final. El de Santpedor igualó además a Vladimir Veremeenko en el techo de partidos jugados (130) en la historia de la Eurocup, un trofeo que aspira a ganar otra vez.

El triunfo del Valencia Basket, el récord de ambos jugadores y otro reconocimiento para los taronja. El propio Dubljevic se quedó sin el MVP del torneo, pero el montenegrino batió el mayor registro de anotadores de la Eurocup. Dubljevic arrancó el encuentro a 12 puntos de Popovic y ante Unicaja lo superó: 14. Al pívot le sobraron dos puntos para ocupar la primera plaza. Así, el Valencia Basket, dominador histórico de la competición, cuenta entre sus filas a los dos mejores artilleros del torneo. De hecho, Dubljevic acabó entre gritos de 'MVP' y ambos aumentarán sus cifras durante la final. Por cierto, la tranquilidad de San Emeterio en los minutos previos al vuelo del balón nada tuvo que ver con la preparación de Bojan Dubljevic. El montenegrino conversó relajadamente con Nedovic y Omic, dos rivales. Formas de encarar una final. Sólo importa ganarlas.

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