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El show de Santamaría
Marca con un cabezazo, deja al Athletic con diez y da el pase de gol a Hugo Duro. El Valencia comienza espeso, acomplejado tras la debacle de Barcelona, y se activa con eficacia tras la expulsión de Vivian
Santamaría, madre de Dios. A más de uno en Mestalla le saldría esta expresión tras el partido del francés. Estuvo presente en todas las acciones decisivas del partido ... . El mediocentro provocaba la expulsión de Vivian tras derribarlo el central cuando encaraba a Unai Simón, adelantó al Valencia con un cabezazo perfecto en un córner ensayado y dio el pase medido a Hugo Duro en el tanto definitivo. Un triunfo regenerativo para un equipo hundido tras la humillación ante el Barcelona. El público pasó de la desolación de la primera parte al espectáculo de la segunda. Es cierto que tener a un rival con diez jugadores en la última media hora ayuda, pero también es cierto que el equipo buscó el triunfo y los cambios de Corberán ayudaron. Sin remilgos, sacó a todos los futbolistas de ataque que tenía y sirvió para mucho. Tanto como romper una mala tendencia, lograr una segunda victoria liguera y devolver la ilusión al pueblo de Mestalla.
Y eso que cuando comenzó el choque asustó a todos. El cuerpo de los jugadores estaba en el templo, en el viejo Mestalla, pero la mente seguía en el Johan Cruyff. Ni el vozarrón de Francisco con el Himno Regional activó a unos futbolistas que parecían marchitos. El Valencia no conseguía dar tres pases seguidos. Sorprende situaciones así cuando la salida de balón, seguro, debe prepararse intensamente durante la semana en Paterna. Ese día debieron hacer pellas porque todo acababa en un patadón y tiente tieso o en un robo de balón del Athletic, que se lanzaba con malicia hacia la portería de Agirrezabala. Ni ayudas ni soluciones cuando la visión se opaca. Fue casi un monólogo de fútbol que sólo se atemperó en los últimos instantes de la primera parte. Pero lo que se atisbaba en el campo dejaba claro que lo ocurrido en Barcelona no había sido un accidente.
Valencia CF
Agirrezabala, Foulquier, Tárrega, Diakhaby, Gayà (J. Vázquez, 70'), Santamaría, Guerra, Rioja (Beltrán, 70'), Raba (Ramazani, 64'), Diego López (Hugo Duro, 70') y Danjuma (Almeida, 80').
2
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Athletic Club
Simón, Areso, Vivian, Paredes, Yuri, De Galarreta (Vesga, 68'), Jauregizar (Rego, 81'), Sancet (Unai Gómez, 68'), Navarro (Sannadi, 68'), Iñaki Williams y Berenguer (Laporte, 64').
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Goles 1-0, Baptiste Santamaría (73'). 2-0, Hugo Duro (90+3').
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Árbitro Ortiz Arias (Comité madrileño). Amonestó a Navarro y Gayà. Expulsó por roja directa a Vivian.
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Incidencias 46.004 espectadores en Mestalla.
Tenía una peligrosa continuidad porque enfrente no había unos patas. Sancet se movía con soltura y dispuso de las mejores ocasiones. Tuvo una en el minuto 7, que el balón rozó en Javi Guerra y se encaminaba a portería, pero su amigo Agirrezabala la detuvo. Tiempo después volvió a ocurrir, con otro chut desde la frontal del área y casi encaminándose a los vestuarios volvió a probar. No recibía presión ni nadie le incomodaba. ¿Qué iba a hacer? Más sencillo, imposible. El Valencia ni apretaba al rival ni conseguía salir hacia campo contrario. Se hundía poco a poco y el sonido de viento arreciaba. Apartir de la media hora parece que algunos se dieron cuenta de que el Valencia se estaba jugando mucho y llegó la mejor opción con una contra de Javi Guerra, que se plantó ante Unai Simón pero que acabó trastabillado. Podía haber chutado o pasado el balón a un compañero. Ni una cosa ni la otra. Un empastre. No hubo otro acercamiento. No hubo un disparo a portería. No hubo fútbol. Nada.
Esto no podía seguir así. O tienes orgullo o te dedicas a otra cosa. Corberán hizo ajustes en el descanso y el Valencia pareció otro. Al menos no jugaba hundido, tenía intención de acercarse a Unai Simón. Y la ayuda necesaria llegó cuando quedaba media hora para el final. Santamaría, el pivote defensivo del equipo, se lanzaba al ataque y superaba a Vivian para encarar al portero vasco. Pero el central lo derribó. El árbitro decretó falta y amarilla, pero la queja insistente de Gayà –así deben actuar los capitanes– hizo que el colegiado del VAR reclamara la atención del titular. Tras revisar la imagen en la televisión no tuvo dudas. Cambió la amarilla por la roja y ahí fue cuando hubo otro cambio. Desde ese momento el Valencia fue un ciclón. Corberán sacaba primero a Ramazani y luego, de una tacada, a Hugo Duro, Beltrán y Jesús Vázquez. Se presentaba con dos delanteros natos y dos extremos. Al abordaje. Llegó una primera ocasión clarísima cuando un balón en el área lo intentaba cortar Laporte y casi sorprende a su portero. Y en el córner siguiente ¿quién apareció? ¿quién? ¿quién? Santamaría superstar con un cabezazo en el primer palo que sorprendió a Unai Simón. Era una jugada ensayada. Para este tipo de cosas los cuerpos técnicos actuales cuentan con un montón de ayudantes. El francés llevaba más de dos años sin acertar ante la portería contraria. Y lo hacía en el partido decisivo porque un mal resultado avivaría la decepción de Barcelona. El equipo se animó, Mestalla vibraba como en las mejores noches y cuando ya moría el choque alguien se colaba por la zona derecha ¿quién? ¿quién? Sí, han acertado. Santamaría se hacía con el balón y daba un centro medido para que Hugo Duro sentenciara y alejara fantasmas.
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