El nuevo Mestalla puede con Lim

Eran las seis menos cuarto de la tarde y Layhoon llevaba ya 22 minutos sacando adelante su discurso en español. Hasta ese momento, en su perorata inaugural ante poco más de 300 accionistas (en la del año pasado fueron 288), se había explayado hurgando en las heridas: que si la dichosa multa de la UE, que si la no clasificación europea, que si la crisis en el mercado inmobiliario... Cuando soltó que el nuevo Mestalla no estaría listo para el centenario (2019) como estaba previsto apenas se oyó un ligero rumor por la sala. A muchos incluso les pilló en frío y tuvieron que consultarlo con el de al lado. Poco a poco la cosa se fue calentando y los indecisos acabaron por completar el amplio grupo de los descontentos. A Lim se le empiezan a poner en contra incluso algunos de los que enarbolaron antes la bandera cosida en su momento por Amadeo Salvo.

Layhoon evitó entrar en profundidad y dar detalles sobre esta cuestión que lleva parado siete años ya y que molesta a la afición precisamente en el momento de mayor disgusto por el fracaso deportivo que se arrastra. Dentro de la sala, los accionistas entendieron por sus palabras que el nuevo/enésimo dibujo está ya prácticamente terminado. «La semana pasada aprobamos -el consejo- el aspecto que va a tener. Ya estamos contentos. Vamos a continuar con el diseño del detalle. Ya empezaremos a solicitar los permisos». Pero en la rueda de prensa que hizo posterior, ya en la medianoche, matizó su versión. «Queremos que sea una sorpresa. Haremos una presentación pública cuando lo tengamos decidido. Lo que he visto sólo es el diseño de concepto, no de detalle. Cuando estemos preparados lo haremos público. Lo podemos presentar entre seis y nueve meses».

Lo que sí procuró la presidenta del Valencia, pese a la insistencia, fue en no señalar una fecha más concreta para la reanudación y por lo tanto ajustar el periodo para la finalización de las obras, que es lo que realmente desean saber no sólo los aficionados sino también los organismos públicos, véase en este caso el Ayuntamiento. Hay que recordar que está pendiente de construir allí mismo un pabellón polideportivo. Desde el Consistorio esperaban con cierta inquietud las palabras de Layhoon en la Asamblea y mantenían cierta prudencia a la hora de pronunciarse sobre la relajación que, por problemas financieros, los sucesivos consejos mantienen con este 'buñuelo' de cemento en uno de los principales accesos a la ciudad.

En 2007 se iniciaron las obras, en febrero de 2009 de paralizó formalmente la obra y el Valencia entrará en 2020, trece años después, jugando todavía en el viejo Mestalla, lo que significa que la parcela todavía estará sin vender.

Dos años después de que se formalizara la entrada fehacientemente de Peter Lim, a través de sus consejeros, en el órgano rector del Valencia, el empresario de Singapur vive las horas más bajas de su iniciativa futbolística. La trayectoria deportiva cae a plomo sobre su gestión y aquello que Salvo consideraba primordial para la salvación definitiva económica del club, como era el traslado al nuevo estadio, sigue metido en una fase de incertidumbre total.