Valencia y Gayà ponen en marcha la renovación

Terminal del aeropuerto de Sevilla. Madrugada ya del 24 de agosto pasado. El Valencia acaba de sumar su primer punto plantándole cara al Sevilla en un incierto arranque de competición. José Luis Gayà responde con voz pausada, sentado en una de las mesas del bar del recinto, las preguntas de los periodistas valencianos. El joven futbolista acaba de demostrar en el Sánchez Pizjuán apenas un par de horas antes que parece que lleve toda su vida jugando en Primera. En ese momento, pasa por ahí camino de la zona de embarque Rufete, satisfecho por el resultado y también por el fútbol sin complejos que ha exhibido el joven jugador valenciano, una de sus convencidas apuestas personales tras la fuga de Juan Bernat. «Con éste estamos tranquilos, ya lo tenemos blindado», dice sonriente el mánager general deportivo. No se imaginaba esa noche Rufete que seis meses después, el Real Madrid de manera indirecta le pusiera contra las cuerdas, tanto a él como al propio Valencia.

Creía por entonces Rufete que con los 18 millones de euros de cláusula de rescisión y el contrato hasta 2018, Gayà se iba a convertir en un jugador intocable. El tiempo ha demostrado que en fútbol todo puede ser cuestionado. Por eso ayer, a Rufete no le quedó otro remedio que entablar, junto al presidente ejecutivo Amadeo Salvo, la primera reunión -digamos formal y como principal tema a debatir- con Lorenzo Toldrá, uno de los agentes del lateral.

Si hace apenas unos días se conocía el interés que despertó en Florentino Pérez la actuación de Gayà en el encuentro contra el Real Madrid, ahora queda fuera de toda duda que el Valencia ha reaccionado para equiparar a Gayà al nivel salarial de otros futbolistas y evitar así tentaciones. El club había optado por dejar pasar algunos días con la intención de que se enfriara de alguna manera la situación para ponerse manos a la obra y ver de qué forma soluciona la continuidad de un futbolista de la cantera que tiene, además, todos los pronunciamientos para acabar vistiendo en un futuro a corto plazo la camiseta de la selección absoluta que dirige Del Bosque (aunque tiene por delante a Jordi Alba y Bernat).

No es la primera vez que uno de los hermanos Toldrá se reúne con los responsables valencianistas. De hecho, durante varias semanas atrás lo han venido haciendo con cierta regularidad porque tenían que solventar el tema de Paco Alcácer. Otro caso de similares características porque también tenía una cláusula de 18 millones de euros y, como ocurre con Gayà, había sido tentado por otros clubes de la Premier.

Alcácer y Gayà, además, guardan más paralelismos. El primero siempre ha dicho que se quería quedar en el club de su vida y su predisposición al respecto fue total. Mejora de sueldo, contrato hasta 2020 y una cláusula que pasa ya a ser prohibitiva: 80 millones de euros. Puede servir de alguna manera de referencia para aplicar a Gayà.

Pero como ocurre en una negociación de esta envergadura, en el que el paso a dar es considerable, no todo se puede arreglar en una mañana. Alberto Toldrá, la otra pata de la agencia de representación, se encuentra en Londres y es lógico pensar que lo de ayer sirvió para conocer con más argumentos las posturas de unos y de otros. La versión que se maneja, por ahora, es que entre lo que Gayà solicita y lo que el Valencia está dispuesto a ofrecer, todavía existen unas diferencias importantes. Pero también ocurría algo similar en el caso de Alcácer, que ha subido bastantes peldaños en el escalón salarial de la plantilla blanquinegra. De momento, Negredo con casi tres millones de euros por ejercicio es el que marca el 'top' con muchísima diferencia respecto al resto (a casi la mitad de esas cantidades).

Valencia y los agentes de Gayà se han citado para dentro de unos días con el fin de ver de qué forma se van acercando las posturas. Ya había advertido Amadeo Salvo que de enero a marzo se iban a tratar las situaciones personales de los futbolistas a los que el club tenía previsto ampliar sus contratos. El primero fue Paco Alcácer, uno de los ídolos de la afición, y tras el delantero llegaría la renovación de Barragán hasta junio de 2017. El siguiente capítulo es pues el de José Luis Gayà, a quien todo este asunto y el interés del Madrid, de Arsenal y Manchester City no parece afectarle en su juego, y queda pendiente el de Dani Parejo.

El del capitán se ha convertido en un asunto algo más enrevesado, pero por el simple hecho de que no se ha dado ningún paso firme en ese sentido. Ya hubo, eso sí, una comunicación con la empresa que lo representa para mostrar que el Valencia cuenta con él (acaba en 2016). Y Parejo, recientemente, ha manifestado públicamente que está muy a gusto aquí y que desea continuar como valencianista.