La Policía reclama prevención contra la violencia de género: «Nuestra intervención se produce cuando ya ha ocurrido lo peor»

«Corrí, grité, reí, sé lo que no quiero, ahora estoy a salvo», esta estrofa de la letra de una canción de Rozalén fue el modo en que eligió empezar la conferencia el jefe superior de Policía Nacional de la Comunitat, Jorge Zurita Bayona. El motivo por el que escogió tratar la violencia machista lo explicó después: «Desde que hay estadísticas han muerto 1.033 mujeres en España; ni sus familias, ni amigos, ni servicios sociales, ni cuerpos de seguridad, ni jueces, ni las administraciones políticas hemos sabido evitarlo».

'Luchando contra la violencia de género' fue el título que escogió para la ponencia celebrada en la sede del Colegio Notarial de Valencia, ante un auditorio repleto. También asistieron autoridades. El delegado de Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, o la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, entre otros y ante los que no tuvo reparo en exigir apoyos y medias de coordinación para esta lucha: «Necesitamos más apoyo, hay que centrar esfuerzos en la prevención porque nuestra intervención se produce cuando ya ha ocurrido lo peor».

Resulta imposible pasar por alto el último caso conocido en la Comunitat, el de la desaparecida Marta Calvo de la que los efectivos policiales aún no han encontrado el cuerpo. La referencia resulta inevitable y ante las preguntas de los medios Zurita prefirió mantener cautela alegando que el caso se halla bajo secreto de sumario. Insistió en que en este suceso en concreto «no podemos hablar de error, hemos actuado de forma coordinada y yo no creo que haya habido fallo desde el punto de vista policial». La siguiente pregunta entonces es: ¿cómo se puede evitar que vuelva a ocurrir?. Y en su respuesta está la clave del mensaje, del llamamiento que hizo a lo largo de toda su intervención: «Si yo lo supiera igual no estaría aquí hoy, si hablamos de medidas hace falta centrarlas en la educación en igualdad y en valores, eso conlleva mucho tiempo pero es necesario».

«Uno de los principales objetivos de la Policía Nacional es proteger y acompañar a los más vulnerables que son las personas maltratadas, la personas con discapacidad y a los niños, por ello dentro de nuestras tareas una de las más importantes es esta, la de luchar contra la violencia de género», quiso aclarar sin dejar de ser crítico.

Para el alto cargo de la policía la cifra negra no es sólo la de las muertas, es sobre todo la que contabiliza lo que no se ve: «Estamos ante la punta del iceberg y no conocemos lo que hay debajo, lo que queda sumergido, que son el 80% de las que sufren el maltrato», dijo. Destacó la importancia de las denuncias pero sin olvidarse de que «esto es trabajo nuestro también porque ellas deben confiar en nuestra ayuda».

Como a un Bonsái al que no se le deja crecer, cortando sus ramas y raíces pero que se le abona para mantenerlo con vida. Así es la violencia machista que sigue un ciclo de episodios de tensión y situaciones extremas a las que siguen palabras de arrepentimiento y perdón. La víctima se ve atrapada en esta montaña rusa sin salida de la que en muchos casos se siente incluso culpable: «por sus hijos, por el qué dirán, por su entorno, porque tal vez no tiene dónde ir, ni dónde acudir y la situación de dependencia es tal que hasta puede llegar a retirar la denuncia». Pero para Zurita Bayona, incluso tras la retirada de la denuncia hay que permanecer alerta: «Cuando se produce el hecho es un fracaso de todos que sólo podemos evitar desde la prevención.

El servicio de seguimiento VioGen ha conseguido coordinar la actuación para combatir el maltrato. Gracias a este sistema se tejió una tupida red que permite el seguimiento de los casos en cualquier parte del territorio. A través de una aplicación informática se realiza una evaluación del riesgo y permite establecer medidas de protección. «Todos los cuerpos de seguridad trabajan ahora bajo los mismos parámetros, da igual el color del uniforme cualquier víctima puede buscar ayuda en cualquier agente», matiza.

En concreto en la Comunitat desde hace doce años se han detectado más de 85.000 casos de violencia de género hasta el mes de noviembre de este mismo año. Y hay actualmente 9.300 casos activos. Aunque estos datos pueden variar, reflejan las cifras del maltrato en la región.

El trabajo pendiente está, según aseguró el jefe del cuerpo valenciano de la Policía Nacional, en hacer lo propio a nivel internacional. Una prueba piloto arranca en países de América del Sur y Europa para barajar un prototipo que coordine las investigaciones y los casos de violencia de género entre países. El propósito es «aglutinar instituciones para la protección de las víctimas».