La fuente, la joya oculta de la plaza del Ayuntamiento de Valencia
El proyecto de reforma ha puesto el foco en la instalación de 1963 diseñada por Carles Buïgas, ahora en reparación
La eliminación de la playa artificial prevista junto a la fuente de la plaza del Ayuntamiento, uno de los elementos de la propuesta ganadora del ... concurso de ideas para reformar el espacio más singular de Valencia, ha devuelto a la actualidad una construcción que data de 1963, obra del especialista catalán Carles Buïgas, uno de los mayores expertos mundiales en este tipo de artificios de luz y agua. La fuente ornamental se encuentra ahora en plena tarea de reparación, vallada y fuera de servicio de manera temporal.
A pesar de que a muchas personas les pasa desapercibida por lo cotidiano, para Antonio Llopis Alandí, jefe de Sección de Aguas del Ayuntamiento y jefe de Servicio del Ciclo Integral del Agua desde 2015 hasta su jubilación hace nueve meses, se trata de «una joya, una fuente ornamental de gran belleza».
Esta fuente fue diseñada por Carles Buïgas i Sans, un ingeniero pionero en la iluminación de fuentes en su momento. «Básicamente aprovechó la refracción de la luz por el interior de los chorros de agua para iluminarlos desde su interior, generando turbulencias en las superficies de los chorros», destaca Llopis.
«Se trata de una especie de antecedente de la fibra óptica que actualmente estamos utilizando en comunicaciones, a estas fuentes se les denominó »fuentes luminosas«, comentó el exjefe de servicio. Ese mismo principio lo utilizó el mismo Llopis para diseñar junto a Luis González la iluminación del casco y la vela de la fuente de la barca en el paseo marítimo de la Malvarrosa, una pieza que funciona desde hace años.
En la fuente situada en la plaza del Ayuntamiento, la iluminación se proyecta desde la sala de máquinas. «Se le daban los colores mediante filtros de color-tambores rotativos movidos con un sistema de cadenas dentadas y juntas cardan que aún se conserva».
El experto comenta que la iluminación actual LED está controlada mediante dispositivos electrónicos, pero se conserva el sistema original. También los sistemas actuales han sustituido al organillo que comandaba el control de los motores de las bombas de alimentación a los circuitos hidráulicos. Eso sí, se conserva este organillo con sus antiguos relés.
Poco se sabe de lo que quiere hacer el gobierno municipal en esta parte de la plaza, salvo que no habrá playa artificial. La alcaldesa María José Catalá anunció esta semana una «sorpresa» sin concretar más. Para Llopis, la fuente «en mi humilde opinión es una pieza de museo que no debe desaparecer con la remodelación de la plaza».

El conjunto tiene una forma circular y está integrado por dos tazas concéntricas, con un diámetro de 20 metros y un volumen de 175 metros cúbicos. La fuente incluye ocho escenarios de agua e iluminación distintos, con diversas formas, que funcionan desde el centro hacia el exterior.
En el escenario uno se encuentra el géiser central; en el dos, la pulverización central; en el tres, la palmera, en el cuatro, la cúpula; en el cinco, la pulverización cúpula; en el seis, torres, en el siete la pulverización de las torres, y en el ocho, parabólicos inferiores.
Originalmente, la taza central se iluminaba con 24 proyectores de 150 watios cada uno instalados en la sala de máquinas, actualmente sustituidos por lámparas led. La taza inferior y la cascada perimetral se iluminaba con 178 proyectores, sustituidos por la misma tecnología led. Todo ocupa una superficie de 295 metros cuadrados.
En origen hubo incluso una persona que controlaba desde el interior de la fuente su funcionamiento. Todavía se mantiene un espacio para una cama y un baño. El organillo de levas que accionaba antes los elementos de la fuente fue sustituido en los 90, tras una avería, por autómatas programables.
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