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La calle Museu, con restos del botellón. lp
El botellón se recrudece  y toma edificios protegidos como el Museo del Carmen

El botellón se recrudece y toma edificios protegidos como el Museo del Carmen

El jardín del Turia, en la zona próxima a la Ciudad de las Ciencias, también amanece con restos de bebidas y comida

I. DOMINGO

Lunes, 1 de octubre 2018, 00:15

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valencia. La historia se repite. Fin de semana tras fin de semana, las calles del cap i casal se convierten en un botellódromo. Si hace una semana los escenarios principales fueron la calle Albacete, la gran vía Ramón y Cajal, diversos tramos del jardín del Turia o, incluso, la plaza de la Virgen, en esta ocasión el epicentro de la fiesta se trasladó a la calle Museo.

Así lo denunciaron ayer dos entidades culturales, Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural y Acció pel Patrimoni Valencià, que alertaron de la presencia de restos de botellón (vasos, bebidas, latas, etc.), comida y suciedad junto a dos edificios protegidos: el Museo del Carmen y el Palau de Forcalló, actual sede del Consell Valencià de Cultura (CVC).

La escena se repitió durante los dos días del fin de semana, coincidiendo con la celebración en el museo de un festival de nuevas tendencias audiovisuales que hizo que la apertura oficial se prolongara hasta la medianoche. Pero, según las dos entidades, «la fiesta continuó en el interior», mientras que en el exterior se pudo ver a gente bebiendo apoyada en las paredes de los dos edificios protegidos.

Esto se tradujo en dos amaneceres con la calle llena de suciedad, como pudieron observar los viandantes y dejaron testimonio los maceteros, repletos de botes y vasos, y hasta un tubo arrancado de una bajante de agua. Las repisas de las ventanas del museo y del palacio se convirtieron «en improvisadas barras de bar», como sucede también en Santa Catalina, criticó el presidente del Círculo, César Guardeño, quien advirtió de que el alcohol y las bebidas azucaradas «producen daños en la piedra».

El Museo del Carmen está declarado BIC (Bien de Interés Cultural) mientras que el Palau de Forcalló, construido en 1864, es BRL (Bien de Relevancia Local), por lo que los dos colectivos reclamaron mayor vigilancia en estos entornos. De hecho, Guardeño recordó que tanto el museo como la sede del CVC cuentan con cámaras de seguridad, «por lo que podrían evitar estas situaciones 'in situ'». Mientras, el presidente de Acció pel Patrimoni, Luis Ramírez, avanzó que pedirá la intervención del CVC para denunciar «los festejos que no se hacen responsables de mantener y proteger las instalaciones y el entorno».

Además de este entorno histórico, el botellón también estuvo presente en los jardines próximos de la Ciudad de las Ciencias, donde los bancos y el césped tenían botellas y bolsas de comida hasta bien entrada la mañana a pesar de ser zona de paso de los turistas.

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