El presunto sicario de la matanza del Saler alega que vino a Valencia a tener sexo
Víctor Hugo H. declara por videoconferencia desde prisión ante el juez instructor de Valencia y niega haber cobrado por el triple asesinato
Después de que el pasado viernes Álvaro Luis O. I., alias la Negra Dominga –aunque el presunto inductor del triple crimen de El Saler no se sienta identificado con este apodo–, negara cualquier tipo de participación en la ejecución a tiros el 27 de febrero de 2024 de Roberto Carlos Vega Daza y sus dos hombres de confianza (Tarit José S. L. y Harold Hugo J. R.), este martes era el turno de uno de los presuntos autores materiales de los asesinatos, Víctor Hugo H. M. El presunto sicario, como era previsible, ha negado haber apretado el gatillo y que los asesinatos respondan a una venganza contra la familia Vega Daza tras el cumpleaños sangriento en el que murió el sobrino y protegido de Álvaro Luis O. en Colombia.
Así, al no poder ocultar hechos que son irrefutables, como su presencia en Valencia en las fechas en las que se produjo la matanza, el acusado alega que vino a la capital del Túria para mantener relaciones sexuales con la otra acusada encarcelada, Luz Marina M. A., acusada de encargarse de cuestiones logísticas para llevar a cabo los crímenes como el alquiler del vehículo y la búsqueda de alojamiento.
Los tres acusados encarcelados –hay otros dos sospechosos que permanecen fugados– pidieron declarar voluntariamente ante el Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia, encargado del caso, una vez levantado el secreto de sumario. No obstante, en el caso de Luz Marina M., su declaración se tuvo que aplazar el viernes y por el momento no va a dar su versión sobre los hechos.
Según las argumentaciones de Víctor Hugo, ambos han tenido relaciones intermitentes -no han sido novios como tal- y por ello cuando vino a España a principios de 2024 decidió ir a visitarla a Valencia para tener sexo con ella. Según sostiene ante el juez, quedaron en un hotel porque ella estaba viviendo en una habitación alquilada y para tener más intimidad.
Para tratar de justificar la compra de dos billetes de tren a Valencia, teniendo en cuenta que su supuesta «querida» ya estaba allí al tener residencia en la capital valenciana, el presunto sicario señala que extravió el primer billete y por eso tuvo que comprar otro. La compra del mismo fue realizada con el teléfono móvil que los investigadores atribuyen a la Negra Dominga, aunque este alegó que dicho terminal es de su hijo de 21 años y que le compró el billete porque el joven se aclara más. En esto ambos acusados coinciden en sus declaraciones, que fue un favor porque Víctor Hugo «no sabe comprar con el móvil».
El presunto sicario ha negado ser el autor de los 14 disparos que acabaron con la vida de Roberto Carlos, alias Beto, (ejecutado de cinco disparos, como adelantó en exclusiva este periódico) y las otras dos víctimas mortales tras tenderles una trampa la noche del 27 de febrero de 2024, en un oscuro y silencioso aparcamiento en la pedanía valenciana del Saler tras una reunión en un apartamento de esa misma zona a la que acudieron confiados por otra de las preguntas implicadas que permanecen paradero desconocido, junto con el segundo sicario, también huido de la justicia.
El acusado alega que en ningún momento se le pagó dinero alguno por llevar a cabo dichos asesinatos, que según las investigaciones del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia, tendrían su origen en una sangrienta venganza contra la familia de los Vega Daza, por la muerte a tiros del sobrino de la Negra Dominga, al que «quería como un hijo», como él mismo reconoció, durante una 'balacera' en octubre de 2022, en la fiesta de cumpleaños del joven, en Puerto Colombia, en el departamento de Barranquilla.
El pago de 2.000 euros
El juez instructor y el fiscal encargado del caso también han tomado declaración a un testigo, compatriota colombiano de los acusados, al que identificaron los investigadores de la Guardia Civil por haber realizado una transferencia a Luz Marina de 2.000 euros. Según declaró ante los agentes, este dinero se lo entregó en mano el presunto inductor de los crímenes, aunque hoy ha modificado su testimonio y asegura que dicha cuantía se la dio Víctor Hugo para que actuara de intermediario para devolverle a Luz Marina los gastos durante su estancia en Valencia. El acusado como uno de los dos presuntos autores materiales de los crímenes afirma que al segundo día de estar en la capital del Túria le robaron la cartera y por ello su «enamorada» tuvo que pagar todo con su tarjeta de crédito.