La ladrona de las 67 detenciones en Valencia

La mujer era toda una experta. Llevaba años sosteniéndose de aquello que robaba. Según aseguró, padecía politoxicomanía y consumía diariamente cocaína y heroína. Aunque llevaba en tratamiento de desintoxicación desde el año 2014, ella alegó que sustraía las pertenencias para poder cambiarlas por su dosis.

Sin embargo, el informe realizado por el médico forense que la examinó para determinar sus facultades mentales determinó: «En el pensamiento y la voluntad no existen alteraciones». Aunque se tuvo en cuenta que la ladrona tenía dependencia de las sustancias estupefacientes, el experto concluyó que la mujer robaba siendo plenamente consciente de sus actos y que no actuaba con las capacidades mentales mermadas.

67 antecedentes policiales por hurtos y los denominados hurtos leves (aquellos cuyo importe es inferior a 400 euros) computables por multireincidencia. Todos ellos, al descuido. Sin ejercer fuerza. Intentando que los vigilantes de seguridad no se percataran de sus robos. Pero almacenó hasta 7 robos en el mismo centro comercial. Su rostro ya era conocido para las autoridades por sus actos delictivos.

Además de esta nueva condena que la ha llevado a prisión y ha hecho que se le computaran todas las sentencias anteriores que estaban suspendidas en caso de que en un plazo de tiempo determinado no volviera a delinquir, este reconocido centro comercial ha conseguido que se le interponga una orden de alejamiento de tres años para todas sus sedes.

La condenada empezó a consumir sustancias estupefacientes desde que sólo tenía 13 años. No empezó por un cigarro o una cerveza, si no que a esa temprana edad ya empezó con el consumo de cannabis. A los 15 ya había pasado a otras drogas como la cocaína y la heroína. Una adicción de la que no se ha podido librar en tres décadas y que le llevó a una vida de hurtos todo con tal de cerciorarse de que no se quedaba sin su dosis.

El médico forense también determinó en su informe que su ingreso en prisión «no incide de manera negativa en la evolución de sus enfermedades». Las condenas que almacenaba eran cortas: de nueve, seis, cinco o incluso tres meses. Pero todo suma. Tras 67 sentencias condenatorias, la ladrona ha ingresado en prisión para cumplir con todas sus penas pendientes. En este caso no ha salido impune.

Uno de los motivos principales por los que ha entrado en la cárcel, más allá de la lista de antecedentes que le preceden, es porque el importe de las colonias que robó en el centro comercial superaba los 400 euros y por lo tanto el castigo es mayor. No ocurre lo mismo con las bandas de carteristas que asedian el centro de Valencia. También roban al descuido. Pero en lugar de hacerlo en grandes superficies, sustraen los móviles o el dinero que lleven los turistas que se despistan.