El cardiólogo Aurelio Rojas avala la ducha nocturna: «Hacerlo una o dos horas antes de dormir reduce el tiempo para conciliar el sueño en un 36%»
El médico ha reabierto el debate sobre si es mejor ducharse por la mañana o por la noche
Mario Lahoz
Valencia
Jueves, 11 de septiembre 2025, 01:32
El debate sobre si es mejor ducharse al empezar el día o antes de acostarse sigue dividiendo opiniones. Para muchos, la ducha matinal supone un ritual imprescindible para activar cuerpo y mente, mientras que otros no conciben acostarse sin la sensación de limpieza y relajación que aporta el agua caliente.
Sin embargo, la ciencia comienza a arrojar luz sobre cuál de las dos opciones resulta más ventajosa para la salud. Un estudio citado por el cardiólogo Aurelio Rojas en una de sus últimas publicaciones apunta a que las duchas nocturnas ofrecen beneficio más allá de lo higiénico.
Según explica, investigaciones recientes evidencian que el agua caliente antes de dormir facilita la conciliación del sueño, mejora la calidad de descanso y contribuye a fortalecer la memoria, el sistema inmune y el rendimiento cerebral.
Para Rojas, estas conclusiones respaldan la idea de que el hábito nocturno es mucho más que una simple costumbre. El cardiólogo ha querido zanjar el eterno debate sobre si ducharse por la mañana o por la noche apoyándose en la ciencia.
«Atentos a este estudio científico que acaba de publicarse. Sobre todo si te cuesta dormir porque los publicados hasta hoy relacionan un mejor descanso con una mayor inmunidad, un mejor rendimiento cerebral, un envejecimiento de células más lento y un menor riesgo de enfermedades crónicas», explica el cardiólogo.
Para Rojas, los datos hablan por sí solos. «Ducharse o bañarse con agua caliente (entre 40ºy 42.5ºC) entre una y dos horas antes de dormir reduce el tiempo para conciliar el sueño un sorprendente 36%. Mejora la eficiencia de descanso. Es decir, el tiempo que estás dormido es de más calidad y tienes menos despertares».
Además, el especialista recalca que el efecto fisiológico es determinante para entender sus beneficios. «Tras una ducha caliente, los vasos sanguíneos de nuestra piel se dilatan, nuestro cuerpo libera calor y la temperatura corporal desciende».
«Esta bajada natural es la señal biológica que activa la liberación de melatonina convirtiendo la ducha nocturna en mucho más que higiene, en un sencillo hábito para vivir más y mejor», concluye el cardiólogo.