Batalla multitudinaria de unos aficionados durante un partido de dardos en Melbourne

A sillazo limpio. Así acabó el público asistente a un torneo de dardos que se celebró en Melbourne. Durante unos minutos, una batalla campal entre jóvenes desató el caos absoluto en el Eithad Stadium hasta tal punto que, incluso, se tuvo que suspender el evento.

Michael van Gerwen y Simon Whitlock estaban disputando una partida de dardos cuando, de repente, los gritos y el ruido les hizo detenerse. Y es que, a sus espaldas y entre el público, una ruidosa multitud comenzaba a lanzarse las sillas y mesas de plástico que estaban dispuestas entre los aficionados para poder disfrutar del encuentro.

Al parecer, la monumental batalla comenzó cuando un grupo de hinchas, disfrazados, comenzó a alterarse.

Según recoge The Guardian, el gerente de comunicaciones del estadio, Bill Lane, confirmó que cuarenta fans fueron expulsados tras el incidente y que tres de ellos han tenido que recibir tratamiento por lesiones menores.

"La noche empezó muy bien, pero por desgracia una pequeña minoría se comportó mal", dijo Lane. "Habrá una sesión informativa importante y estamos hablando con la policía y nuestro propio contratista de seguridad. No vamos a huir de lo que pasó", puntualizó.