La reinvención de Ana Carrión tras la pérdida de un hijo: «Ayudar a los demás me da felicidad»
Todo cambió en la vida de esta valenciana cuando nació su hijo Álex, un día a día complicado que se torció todavía más con la leucemia y tras su fallecimiento. Años después, esta valenciana ha descubierto la terapia cuántica y un mundo donde ha encontrado su propósito
«Cuando nació Álex tuve que reorganizar mi vida». Ana Carrión explica, en pocas palabras, qué supuso la llegada de un hijo con síndrome de ... Down. El compromiso, las prioridades, la felicidad en pequeño. Ana Carrión era una veterinaria con éxito, varias clínicas y mucho estrés, pero Álex lo cambió todo. «Ahí empecé a ver cómo era el desarrollo cerebral, cómo se establecían las conexiones... a tener unos conocimientos más amplios acerca del sistema nervioso y la cognición». Luego llegó la leucemia. Y la vida de Ana Carrión se volvió, todavía más, del revés.
Es difícil pensar que una herida de tremendas dimensiones pueda sanar. Ana Carrión no es la misma, desde luego, porque Álex lo cambió todo. Porque esta mujer fuerte a la que le brillan los ojos de un modo muy especial sigue siendo madre, pero ya sólo es veterinaria de formación.
Ana Carrión atiende en su casa de Ruzafa, un lugar que transmite sosiego, un barrio que le ha permitido conectar con su infancia, donde se crió. Al fondo, el estudio donde trabaja con los pacientes, y donde, además, practica yoga o danza evolutiva. Durante la charla, recuerda con nitidez las palabras que le dijo su psicóloga: «Si tuviera que hacer una ponencia sobre resiliencia pondría una foto tuya». Le dijo que tenía una capacidad admirable de recuperarse, de salir adelante, tras la muerte de un hijo. «Me aconsejó que buscara una manera de transmitirlo, y me habló de la kinesiología».
A partir de ahí, un mundo nuevo comenzó a abrirse ante los ojos de Ana, acompañado de mucha formación y muchos maestros que fueron mostrándole el camino. Entró en contacto con terapias holísticas como las flores de Bach, la bioenergética, el electromagnetismo... Hasta que alguien le habló de la terapia cuántica, y que trata, según explica Ana, de liberar dolores y traumas a través del movimiento. «Soy feliz en sesión y me encanta poder ayudar a la gente, es muy reconfortante», asegura Ana, que detalla cómo ha podido aliviar ansiedades y males para los que la medicina convencional había tirado la toalla. Ana cree que la sociedad cada vez está más abierta a este tipo de prácticas, que beben de la medicina oriental y también de los avances que la neurociencia está realizando. «El mundo está cambiando».
«La sociedad va muy rápida y todos nos vemos empujados por la inercia», asegura Ana Carrión, que ha aprendido a vivir desde la calma, y ayuda a otras personas a eliminar la ansiedad de su día a día. «Es muy importante entrar en contacto con uno mismo porque te va a ayudar a encontrar tu centro». Ana Carrión ha aprendido así a vivir en paz transitando un camino que ha sido tortuoso.
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