Les Corts aprueba los Presupuestos autonómicos para 2019, últimos de la legislatura

La aprobación de estas cuentas se ha producido tras tres días en los que se han debatido cerca de 2.000 enmiendas, y ha sido celebrada con aplausos por parte de los grupos que sustentan al Gobierno valenciano, mientras que el president del Consell, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica Oltra, se han abrazado.

Los Presupuestos de la Generalitat para 2019 ascienden a un total de 22.096,2 millones (teniendo en cuenta la deuda y los intereses), lo que representa un 10,7 % más que los del actual ejercicio.

Las Consellerias de Sanidad, con 6.634 millones, y Educación, con 5.121, son las de mayor importe, y el gasto social, de 13.818 millones, supone el 84 % de los gastos no financieros.

El incremento de la deuda y los intereses representa casi el 30 % del incremento total de las cuentas, que están elaboradas con un objetivo de déficit del 0,1 %, en un escenario de aumento del PIB del 2,5 % y una previsión de creación de 50.000 empleos.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha destacado tras la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat para 2019 que estos muestran el «activo» que significa la «estabilidad» y la «normalización que produce la convivencia, que es sin duda el factor más clave».

Los portavoces de los grupos han aprovechado la explicación de voto para agradecer el trabajo al resto de compañeros y expresar sus mejores deseos para el próximo año, e incluso alguno, como David Torres (Podem), para despedirse del debate presupuestario, pues no repetirá como diputado la próxima legislatura.

La portavoz del PP, Isabel Bonig, ha repartido entre los parlamentarios una caja con doce uvas y doce deseos, y ha pedido a sus compañeros de hemiciclo que cuando se tomen las uvas el 31 de diciembre recuerden que «nuestro adversario político no es enemigo y tiene derecho a ser escuchado».

«Si lo hacemos, creo que 2019 será bueno para la Comunitat Valenciana y los valencianos», ha manifestado Bonig, quien ha lamentado que llevamos mucho tiempo «solo fijándonos en lo que nos separa y no en lo que nos une, y usando errores del adversario para destruir en lugar de para aprender».

El portavoz socialista, Manolo Mata, ha abogado también por la necesidad de escucharse «unos a otros», y ha puesto como ejemplo de esa actitud al Botànic que, según ha dicho, más que una alianza de tres partidos, ha pasado a ser una forma de vivir y entender la democracia, de «no crispar y sonreír».

Mata ha señalado que aunque el presupuesto puede ser «aburrido», cada vez que alguien se levanta y ve que acaban las reforma de un colegio, suben las becas, bajan las ratios, se lucha por las naranjas o el litoral está protegido, «todo eso tiene que ver con el presupuesto».

Mireia Mollà (Compromís), quien ha asegurado que son «tiempos de diálogo con mayúsculas», ha pedido a todos que hagan «un ejercicio colectivo de pensamiento» para que vean que el presupuesto de 2019 tiene detrás «nombres propios e historias humanas», y atiende «problemas cotidianos de las personas».

Desde Podem, David Torres ha asegurado que estos presupuestos son «los mejores» y los que «necesita la sociedad valenciana», y ha aprovechado su intervención para despedirse del debate presupuestario, aunque ha advertido de que aún le quedan unos meses de legislatura «para dar la tabarra un rato».

Antonio Woodward, de Ciudadanos, ha afirmado que este Presupuesto es «uno de los más imprudentes, ficticios, partidistas y previsiblemente más incumplidores» de los últimos años, y podría servir para «uno de esos tutoriales de cómo hacer un Presupuesto 'fake' (falso) y no morir en el intento».

El exdiputado de Ciudadanos David de Miguel ha pedido que 2019 sea un año en el que se haga «buena política», la basada en el diálogo y en el respeto al contrario, y no se defraude a los valencianos.