Ciudadanos despeja la incógnita: dejará gobernar a la lista más votada
La cúpula valenciana del partido sostiene que no está autorizada a alcanzar ningún pacto porque esa política la marca la dirección nacional
Francisco Ricós
Lunes, 30 de marzo 2015, 11:47
Los resultados obtenidos por Ciudadanos en las elecciones andaluzas han insuflado una gran moral en las filas de este partido en la Comunitat Valenciana y empiezan a considerarse "decisivos" de cara a la próxima legislatura. Eso sí, tienen claro que la organización autonómica no será la que decida con quién se llega a un acuerdo, porque la resolución de este asunto queda en manos del comité nacional de pactos que depende directamente de la organización nacional, sita en Barcelona.
Lo que la dirección estatal de Ciudadanos ha transmitido a su filial valenciana y murciana -la Comunitat y Murcia están integradas en la misma organización- es, en líneas generales, que los diputados, a la hora de votar, tienen que permitir que alcance el gobierno autonómico la lista más votada.
Los representantes de Ciudadanos que sean elegidos para Les Corts votarán en primera ronda a su candidato, que será Carolina Punset, la única militante de la formación en la Comunitat que tiene el puesto asegurado para las autonómicas, ya que es la número uno por Valencia y entre el viernes y el sábado se eligen las listas a la Cámara valenciana en Alicante y Valencia. Castellón viene más tarde.
Si en esa primera votación no hay ninguna formación que pueda nombrar a su candidato a la presidencia de la Generalitat porque no alcanza la mayoría absoluta, se procederá a una segunda ronda, en la que ya no es necesario obtener la mayoría absoluta para la designación del presidente autonómico. Lo recomendado es que los representantes de Ciudadanos se posicionen de manera que con su voto permitan que la opción política que ha conseguido más apoyo en las urnas sea la que alcance la jefatura de la Generalitat.
"Procederemos aquí como está previsto que suceda en Andalucía", aseguró un alto cargo de la cúpula regional de Cs. Y la misma línea van a seguir en los ayuntamientos donde obtengan representación y dispongan de capacidad de decisión.
Además, como la organización autonómica de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana y Murcia no tiene potestad para alcanzar pactos con otras fuerzas políticas, sino que está obligada a seguir las directrices que marque Barcelona, a los potenciales diputados valencianos de Cs "les quita un peso de encima".
El citado comité nacional de pactos, constituido a raíz de las andaluzas, impone para llegar a acuerdos, entre otros asuntos, que la fuerza política con la que se negocie no tenga imputados por corrupción entre sus cargos electos y esté involucrado en la lucha frente a estas prácticas, que respete los principios democráticos de la Constitución y las leyes del Estado -un blindaje frente a los nacionalismos ultramontanos y a los situados fuera del sistema-, que el acuerdo se haga público y que ese acuerdo se revise de manera periódica.
Otro punto que Cs marca como condición es que haya una mayoría estable. El acuerdo, además, deberá refrendarlo la ejecutiva nacional de Ciudadanos.
Partido y multipartito
Ese comité nacional de pactos, cuyo nombre en realidad es comité de acuerdos postelectorales de Cs, además, deberá pronunciarse sobre el sentido del voto de sus representantes en la Cámara valenciana si hay dos opciones que aspiren seriamente a alcanzar el poder: el PP, por un lado y, por otro, un pacto de partidos de izquierdas. "Ahí el voto de los posibles diputados de Ciudadanos será decisivo", aseguró uno de los aspirantes. No obstante, Barcelona decidirá después de oír la versión del partido en Valencia. "Pondremos lo que consideremos mejor para la Comunitat", indicaron.
Es el caso de los datos que muestra la macroencuesta de LAS PROVINCIAS, Ciudadanos, con 14 diputados, tiene en su mano que pueda seguir gobernando el PP de Alberto Fabra o, por contra, un conglomerado de partidos de izquierda con el PSPV, Podemos, Compromís y EU.
También sucedería lo mismo en el caso del Ayuntamiento de Valencia, en el que el PP necesitaría a Ciudadanos y a UPyD para seguir en el gobierno local y no ceder el poder a un cuatripartito de izquierdas (Podemos, PSPV, Compromís y EU). Otra cuestión es si con los cuatro concejales que les da la encuesta de este periódico, Cs tendría por sí mismo suficiente poder de decisión. Fuentes de este partido consideran que visto el crecimiento que está experimentando desde el pasado mes de noviembre hasta ahora, no descartan llegar a obtener más representación ahora que Fernando Giner es su candidato.
De acuerdo con los principios básicos establecidos por el comité nacional de pactos, es difícil que Cs pueda siquiera sentarse a hablar con Podemos porque el de Iglesias es un partido que pretende acabar con el actual sistema democrático nacido de la transición y la Constitución. Además, la formación de Rivera es profundamente antinacionalista, por lo que su trato oficial con Compromís e incluso con EU puede resultar más que difícil.
En Ciudadanos, como partido situado en el centro político, se dibujan diferentes sensibilidades. Hay militantes de talante liberal, como puede ser el caso del coordinador autonómico, Emilio Argüeso, el de Fernando Giner, candidato al Ayuntamiento de Valencia, o el del aspirante a número dos de Les Corts por Valencia y coordinador de la campaña electoral, Alexis Marí, mientras que hay otros dirigentes más cercanos a la socialdemocracia como puede ser la candidata autonómica, Carolina Punset, aunque la número uno gobierna en la actualidad junto al PP en el Ayuntamiento de Altea, o José Enrique Aguar, de Benetússer.
Los miembros de la cúpula valenciana de Ciudadanos tienen claro que, suceda lo que suceda tras las elecciones del próximo 24 de mayo, ellos no se van a vender ni por un plato de lentejas ni por un sillón.
"Nosotros tenemos claro que no vamos a pactar. Ya lo dijo Albert Rivera cuando vino a presentar a Carolina Punset como candidata: no vamos a cambiar sillones por gobiernos. Vamos a estar en la oposición", señalaron desde el entorno de la cúpula autonómica.
Y lo que también tienen claro es que ahora no tienen nada que negociar con ningún partido, aunque reconocen algunas fuentes que tanto el PPCV como el PSPV tratan de empezar a tender puentes.