Varios murales con pintadas afean el futuro mirador y Centro del Cáñamo
Los 'grafiteros' han pintado la zona alta del barrio de La Cruz donde se pretende invertir 500.000 euros y limpiar la basura acumulada
Fernando Amat
Jueves, 28 de julio 2016, 01:41
Las tareas de limpieza han tardado más de un año en arrancar en los aledaños del futuro Mirador de Los Hiladores. Aunque ahora el tripartito se debe preocupar de adecentar la mala imagen que presenta este punto del municipio donde los 'grafiteros' han pintado varios paños de hormigón. Sus 'obras de arte' se pueden ver desde cientos de metros de distancia porque las pinturas se encuentran en la zona más alta del barrio de La Cruz. El gobierno local pretende mejorar la situación de los barrios periféricos ubicados en la Sierra de Callosa de Segura.
Al problema histórico de la acumulación de basura en zonas degradadas se le une esta imagen de abandono, en lo que pretende convertirse en el punto final de la futura Ruta del Cáñamo. Dos cuadrillas de seis peones se afanan desde hace semanas en retirar toneladas de basura acumuladas en los alrededores del santuario de San Roque, Grupo El Almendro y Camineras. En esta serie de zonas urbanas los vecinos vierten con frecuencia desperdicios que afean la trastienda de la ciudad. El anterior equipo de gobierno presidido por el popular Javier Pérez ya lanzó diferentes campañas de concienciación entre los vecinos para que cuidasen el entorno del barrio, derribó varias casas de titularidad pública y tapió viviendas deshabitadas para evitar la llegada de 'okupas', aunque ni así logró eliminar la suciedad que campa a sus anchas por algunas esquina del casco antiguo y que dejan un estado lamentable a quienes lo visitan.
El actual alcalde, Francisco Maciá, prometió antes de jurar su cargo reconvertir estas barriadas y dinamizar el entorno de estos núcleos degradados. Aún así no se ha comenzado a actuar hasta doce meses después con la llegada de los fondos procedentes del Ministerio de Empleo. Además la Diputación Provincial prevé invertir más de 550.000 euros para dar continuidad al sendero del cáñamo y crear el llamado Mirador de los Hiladores que se anunció hace dos años. La idea que se tiene en mente es crear un recorrido desde el Museo del Cáñamo y acabar en una antigua fábrica de hilado que ha recibido una ingente cantidad de euros para habilitar un espacio cedido al Ayuntamiento.
Dos talleres de empleo han dado lustre hasta antes del verano a la vieja construcción a la que le falta una cubierta para convertirse en un segundo centro destinado a los trabajos en torno a esta fibra que supuso el despegue industrial de la localidad. Por el momento se ha iniciado la creación de una rampa de acceso al inmueble con el fin de que la fábrica conocida como La Porchá permita el acceso a personas con movilidad reducida.
Al mismo tiempo el gobierno local trabaja de la mano con la Conselleria de Cultura en tramitar la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial de estos oficios que desaparecieron cuando se implantaron las fibras sintéticas. Para ello, la colaboración de la Asociación del Cáñamo es fundamental.
División del trabajo
Por su parte, el concejal de Servicios, José Navarro, reconoce que «se han tenido que dividir los trabajos en dos brigadas, una que actúa de la Rambla de Callosa hacia un lado y otra hacia la parte del campo de fútbol» ante la acumulación de desechos que hay que retirar. La antigua queja ciudadana de los residuos acumulados en zonas degradas prosigue, al igual que los actos vandálicos. El equipo de gobierno ha tenido que emplear a doce personas para adecentar estos barrios, si bien necesita a otros trabajadores para sanear diferentes zonas verdes del municipio así como caminos rurales, por lo que las actuaciones se van a prolongar durante todo el verano.
Desde el Ayuntamiento se tiene claro que convertir una zona degradada en un punto turístico de referencia no se va a conseguir solo con la inversión de medio millón de euros y centenares de horas de trabajo entre talleres de empleo y cuadrillas de peones agrícolas.