La construcción de una nueva rotonda mejorará la seguridad vial de la CV-900

El municipio lleva camino de que una de las reivindicaciones históricas del Consistorio como es la mejora de la seguridad vial en la CV-900 se solucione en pocos meses. El Ayuntamiento, como indicó ayer el alcalde, Emilio Fernández, en una visita de obras con el director general de Carreteras, Carlos Domingo, lleva desde hace 23 años reclamando a las diversas administraciones autonómicas que ponga fin al peligroso cruce que une Callosa y la pedanía oriolana de El Escorratel. Asimismo de ella parte la CV-919, que a su vez comunica Redován con La Campaneta, una vía de tránsito para llegar desde diversas localidades hacia el hospital comarcal.

La obra, precisó el mandatario municipal, viene a regular el tráfico diario que soporta dicho cruce, que se estima en torno a 7.000 vehículos diarios «en el principal acceso y salida de la localidad», precisó Fernández, quien destacó que se ha logrado tras hacer una expropiación forzosa de suelo privado y ponerlo a disposición de Carreteras. El director general recordó que la obra cuenta con un presupuesto de 250.000 euros y se estima que antes del verano esté concluida. Carlos Domingo dijo que asimismo en la CV-900 se hará una mediana para evitar el cruce de los conductores de forma transversal y sea la rotonda la que regule el tránsito, además de que la infraestructura conlleva eliminar los semáforos que hasta ahora son los que lo hacen. El director general añadió que «la prioridad del Consell es evitar accidentes» en vías de su competencia y que las mejoras redunden tanto en conductores como peatones o ciclistas. En este sentido el alcalde aprovechó la visita del alto cargo para reclamar mejoras en la CV-919 con la construcción de un carril bici hasta la Media Legua, un proyecto que el director general se comprometió a estudiar para abordarlo más adelante.

En otro orden de cosas Carlos Domingo dijo que las actuaciones previstas en Carreteras no contemplan la conversión de la CV-95 entre Orihuela y la costa de la comarca en una vía rápida, proyecto que lleva varias legislaturas paralizado. Así afirmó que de momento seguirá en un cajón pero que los técnicos de su área tienen el encargo de presentar mejoras para esta carretera, también en busca de acabar con la siniestralidad vial, pero no dio más detalles. Sí que dijo que el motivo es la falta de dinero para abordar una obra de esta envergadura y lo supeditó a la mejora de la financiación del Estado a la Generalitat «porque de momento el 90% del presupuesto de este año se irá en pagar obras con pago aplazado que hemos heredado». De igual forma dijo que el tramo de peaje de la AP-7 por la comarca no se liberará ya la concesión no expira a corto plazo y que los esfuerzos se centrarán en obras puntuales de adecuación de carreteras.