El PSPV delega su voto de jurado de fallas municipales al gremio de artistas

Como ha explicado la concejala socialista Nuria Llopis, cederán su puesto en el jurado a representantes del Gremio de Artistas Falleros de Valencia.

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«Creemos que la mejor fórmula para elegir las fallas del Ayuntamiento es la que deja absoluta libertad a los profesionales y no la que implica el mangoneo político que nos impone desde el año pasado el gobierno de María José Catalá. Por eso, los socialistas vamos a ceder nuestro puesto en el jurado al maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros, Vicente Julián García, en el caso de la falla grande, y a Angela Grau, que pertenece a la directiva, en la infantil, porque queremos que sean los artistas falleros, los diseñadores y expertos en las artes quienes tomen la decisión sobre la mejor propuesta para representar nuestras fiestas en la plaza del Ayuntamiento», ha indicado.

Llopis ha cuestionado «las decisiones del gobierno del PP y de Vox para controlar y marcar cualquier elemento de la fiesta más reconocida de la ciudad, ignorando la opinión de los artistas y de los propios falleros».

En opinión de Nuria Llopis, «es indignante que Catalá y todo su gobierno quieran manosear las Fallas y decirles lo que tienen que hacer o cómo celebrar su fiesta. Durante ocho años, con el gobierno progresista, han tenido absoluta libertad para elegir las fallas municipales, creando un espacio diferenciado del resto de comisiones y un marco artístico sin intromisión política de ningún tipo. Pero desde que llegó Catalá, se les está obligando a seguir el dictado del PP y a retroceder a fórmulas del pasado que ya no son válidas», ha dicho.

Por eso, ha apuntado, el Partido Socialista ha vuelto a entregar su voto «a quienes deberían ser los protagonistas de la decisión final, a los artistas falleros y representantes del mundo del arte, porque son ellos quienes deben establecer cuál es la mejor propuesta artística para las fallas municipales. Durante los anteriores años de gobierno progresista, el mundo de las Fallas había conseguido generar un relato propio con los monumentos falleros, un modelo que era reconocido por toda la ciudad, que atraía a diseñadores y artistas de todo el mundo y que ahora Catalá ha destrozado exclusivamente por su interés político de mangonear las Fallas y a los falleros».