La presión de las fallas obliga a Sanidad a ceder y abrir los casales

De la misma manera, a partir del 1 de julio en los casales y resto de entidades festeras ya se podrá comer y beber, pero siguiendo las normas que se aplican y rigen en la hostelería valenciana actualmente. El aforo en los interiores a la hora de las cenas, por ejemplo, tendrá que ser del 50% de su capacidad, con una separación entre mesas de dos metros y con un máximo de 10 comensales por mesa, como si de un restaurante se tratase. Y la barra tendrá que estar cerrada. Lo que no dijo Barceló es si se puede cocinar en los casales.

El anuncio realizado por la consellera de Sanidad llega precedido por el enfado del mundo fallero que esperaba que se aplicara la desescalada en medidas de prevención del Covid-19 hace nada menos que un mes. La situación en los casales se ha ido suavizando muy poco a poco. Han tenido el horario restringido y en las sedes festivas sólo se podría entrar para realizar trámites burocráticos. A principios de mes ya se permitió que pudieran abrirse hasta las 11 de la noche y celebrar reuniones, hasta entonces orilladas a las pantallas de los ordenadores o de los smartphones.

Para el resto de actividades, como la celebración de una junta general, el aforo continuará siendo del 75%.

Barceló indicó que se asimilan ahora los casales con los locales de hostelería, aunque no son lo mismo, porque se ha pensado que el rango de edad de las personas que los utilizan suele entrar dentro de los que ya están vacunados o tienen suminisrada ya una dosis de la vacuna. La consellera de Sanidad también apeló «a la responsabilidad de las fiestas, en general». En cuanto al protocolo de actuaciones que le reclama el alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís, que se necesitan para poder permisos como la instalación de carpas, la consellera afirmó que ese protocolo «está muy avanazado» para poder «desarrollar las actividades falleras de septiembre».

«Se están estudiando los riesgos de cada acto», puntualizó Barceló, que recordó que el pasdo sábado se impartió un curso de prevención de Covid a los responsables de cada comisión fallera y avanzó que «si todo va bien se podrán desarrollar las Fallas sin ningún problema». Es la primera vez que lo dice.

Por parte del Ayuntamiento, y en concreto del área de Cultura Festiva, reaccionaron al anuncio con pies de plomo, puesto que ahora depende de ellos regular las limitaciones de los casales falleros, y fuentes de la misma concejalía aclararon que «no era coherente aplicar restricciones diferentes para los falleros cuando precisamente en ese colectivo no hay ni incumplimientos, ni brotes, ni nada. Por eso se pedía equiparar a hostelería».

Desde la Interagrupación de Fallas de Valencia se pronuncian en la misma línea: «Con esto se ha hecho justicia y por fin se pueda recuperar la actividad normal de cara a poder organizar la fiesta de septiembre y poder retomar cierta normalidad, nos parece muy importante», dijo Guillermo Serrano, presidente de la Interagrupación, que no dudó en señalar el siguiente objetivo. «A partir de ahora lo que toca es que se trabaje en todas las normas que tienen que servir para agilizar los permisos de Fallas, para que los técnicos puedan estos permisos y para que cada comisión pueda organizarse en función a ello».

Serrano insistió en que son tan sólo algunas cuestiones las que quedan en el aire, ya que la mayoría de las actividades de la semana fallera se pueden equiparar al protocolo de espectáculos y a las normas de la hostelería, pero hay algunas excepciones, y no menores, como la Ofrenda. «Uno de los temas que suscita dudas y problemas es el de los pasacalles o manifestaciones itinerantes, porque ahora mismo no se puede hacer un pasacalle, y al final nosotros necesitamos saber si se podrá o no llevar a acabo; y por tanto tampoco sabemos si habrá Ofrenda, es algo que se ha dicho pero no se ha confirmado, tampoco esperamos ver ya un decreto, sino simplemente una hoja, un comunicado o un compromiso a partir del que poder empezar a trabajar», comentó en delcaraciones a este diario.

Otro de los asuntos está en las carpas. «Es verdad que se ha hablado de ellos varias veces, y que seguramente las carpas tienen que ir sin laterales, pero no se ha confirmado y esto también es un problema para las comisiones».

Después, el presidente apuntó al Ayuntamiento. «Hay que tener mentalidad de situación extraordinaria y creo que el Ayuntamiento podría dar los permisos porque si luego Sanidad no lo autoriza, no se hará, eso se tiraría para atrás y se acabó».

Después del anuncio de Sanidad se celebró por la tarde la asambea de presidentes de falla en la que Carlos Galiana, presidente de Junta Central Fallera (JCF), quiso anunciar la apertura de los casales como un logro por la presión del Ayuntamiento tras las declaraciones del alcalde, Joan Ribó. Sin embargo, los presidentes de falla, afearon la tardanza con la que se está organizando la fiesta para septiembre y criticaron tanto a Galiana como a Ribó por no haber dado el golpe en la mesa mucho antes. Varios de los asistentes comentaron sentirse humillados por la falta de respeto que supone estos retrasos para la organización de una fiesta, cuando las comisiones están haciendo un esfuerzo por llegar a esta cita.

Además de la tensión que se vivió ayer, en la asamblea se trataron otras cuestiones como la celerbación de la Exposición del Ninot en La Marina o sobre la Ofrenda de las Fallas: no pasará por la plaza de la Reina .

Así, el president de JCF anunció que los nuevos recorridos serán para la vía uno, la que antes se realizaba por la calle de la Paz, se hará ahora por calle del Mar, después Avellanes, plaza del Palau y la Almoina. Mientras que en el caso de la vía 2, en la que antes se empezaba por calle Caballeros, será por la calle Quart, después se entrará por Caballeros y la plaza de Manises. Las salidas serán las habituales.