«El Valencia Basket apostó por mí y es el club donde voy a estar»

valencia. Cuando las Atlanta Dream escogieron a Raquel Carrera (Ourense, 2001) en el puesto número 15 del Draft, la jugadora taronja estaba durmiendo en su casa de Valencia. «Jugábamos un partido importante en unas horas que nos llevaba a las semifinales de la Liga Femenina y lo vi por la mañana, no en directo», reconoció ayer a LAS PROVINCIAS tras terminar el partido ante el Ensino. Con esa tranquilidad que le caracteriza. La que le llevó a anotar los dos tiros libres más importantes de su vida, el pasado domingo en Hungría, para darle el primer título al Valencia Basket. Una vez cumplido el descanso que requiere la previa de un partido sí que dio paso a los sentimientos: «Me emocionó mucho cuando vi la noticia porque he cumplido uno de mis sueños, el estar drafteada y con opciones de jugar la WNBA». Un hito que culmina una semana perfecta «porque estoy muy contenta tanto en lo personal como por el equipo, ganar el primer título con el Valencia Basket es una alegría tremenda».

El crecimiento de Carrera da vértigo. Ese tercer puesto en la segunda ronda le convierte en la jugadora española con un puesto más alto en el Draft de la historia, por delante de su actual compañera Leticia Romero que fue elegida en el 'pick' 16 por las Connecticut Sun en 2016. Una barrera superada más para una jugadora que está quemando etapas a la velocidad de la luz. Con 16 años lideró a un Celta que casi tumba a las valencianas en la fase de ascenso a la Liga Femenina en 2018. Sólo tres años después ya es internacional absoluta con España y campeona de Europa con un equipo en el que, para tranquilidad de la afición taronja, va a seguir: «El Valencia Basket apostó por mí cinco años y es el club en el que voy a estar. Es cierto que la selección está ahí pero también me gustaría irme a Estados Unidos. De momento a corto plazo sólo pienso en Valencia».

La jugadora, que también ha superado un récord del Draft más alto con contrato en vigor con la entidad de Juan Roig batiendo la marca del puesto 22 de Claver en 2009 con los Blazers, quiere corresponder a la apuesta que hizo el Valencia Basket en 2019 para firmarle cinco años (hasta 2024).

Con el Eurobasket de junio en la Fonteta y los Juegos de Tokio en el horizonte, la participación de Carrera como taronja en la temporada 2021-2022 es segura y más tras la confirmación de la propia jugadora. La entrenadora de las Atlanta Dream, Nicki Collen, declaró tras la elección que hasta 2022 no se abre el horizonte de Carrera en la franquicia, tras deshacerse el elogios con la gallega: «Identificamos jugadoras que se ajusten a nuestro sistema, con un gran carácter y que piensan siempre primero en el equipo, además de que se ajustan a nuestros planes a largo plazo. Aari, Raquel y Lindsey (sus tres elecciones) son ganadoras dentro y fuera de la cancha. Raquel era una de mis favoritas. La he visto jugar con el Valencia toda la temporada y nunca hace un mal tiro y tiene rango desde la línea de tres puntos. Es alguien que no vendrá esta temporada, estará entrenando con España en el Eurobasket y los Juegos. A los 19 años supimos de lo que es capaz. Cuando la veo jugar veo que toma buenas decisiones y mejora a sus compañeras de equipo». Para el curso 22-23, la WNBA coincidirá con el Mundial de Australia. Es ahí donde Carrera deberá tomar una decisión. Por calendario, podría compatibilizar la competición americana con sus compromisos de taronja.

El día para Raquel Carrera fue perfecto, puesto que a nivel colectivo logró junto a sus compañeras tumbar al Ensino de Lugo en la vuelta de los cuartos de final de la Liga Endesa por un claro 82-54, en una serie que terminó con un claro 151-112. Los 150 espectadores presentes tuvieron el privilegio de vivir un momento histórico, el izado de la bandera de la Eurocup Women al cielo de la Fonteta. La primera en categoría femenina y la octava en la historia del club puesto que comparte el mismo espacio con sus compañeras en el cielo. Las jugadoras, con los brazos entrelazados por la espalda, siguieron con emoción el solemne momento, tras el pasillo del Ensino y la salida de las capitanas Anna Gómez y María Pina con la copa. En la grada, la mayoría de aficionados contemplaron la estampa con la camiseta conmemorativa. Miki Vukovic, por tanto, también formó parte de esos segundos de gloria. El eterno maestro.

El Ensino trató de aprovechar el cansancio, y el despiste, lógico de un equipo que afronta un partido tras una semana de adrenalina a tope. Al Valencia Basket, con la baja de Gil y con Casas sin disputar un minuto por precaución tras engancharse de la espalda, le costó entrar en el partido tras el cómodo 10-3 inicial. Desde entonces, las de Lugo subieron un parcial de 15-27 para que saltara la única alarma de la tarde (25-30). De la mano de Ouviña (16 puntos, 3 rebotes, 9 asistencias, 3 robos y 30 de valoración) y de Trahan-Davis (21 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 35 de valoración) el Valencia Basket comenzó a carburar hasta llevarse el partido, y la eliminatoria, por delante en el tercer cuarto. Entre las dos mejores taronja sobre la pista, acumularon un +56 en el ratio del +/-. Imparables.

Tras el 35-32 al descanso, el 47-22 de la segunda parte sentenció cualquier opción a la sorpresa. El Valencia Basket volvió a sus raíces, a una fuerte defensa, para acabar sacando de la pista a un Ensino donde la valenciana Vega Gimeno, que prepara en L'Alqueria con España el Preolímpico 3x3, fue baja. Ahora, en la segunda semifinal liguera de su historia, las taronja buscarán frente al Spar Girona, con la vuelta en la Fonteta, la venganza de la Copa y el acceso a su primera final.