Vicent, el aspirante que entrena con el cuatro veces campeón

“Hemos quedado varias veces para entrenar. El mano a mano no se juega todos los días y tienes que prepararlo así”, explica Vicent. El motivo de todo esto se llama Canari. Además de ser uno de los mitgers de más galones en el mundo profesional, el de Xeraco también lo combina con su faceta como preparador físico de muchos de sus compañeros. Vicent es la gran perla de la cantera xeraquera. Quizá el mayor éxito en la formación realizada por Canari, pero no el único con el que comparte sus conocimientos. Desde el pasado mes de noviembre, Moltó está al cargo de Canari y se suma a una lista de jugadores donde también se encuentra otro gran aspirante como Vercher.

No obstante, esto se podría girar en contra de Vicent, ya que en el supuesto de que avance rondas hay altas probabilidades de que el xeraquer se enfrente en la semifinal contra uno de los dos. “Supongo que, si me tocara con Moltó o Vercher, ya no entrenaremos juntos”, comenta. Eso no sería un problema para Vicent, ya que “además de compañeros, somos amigos. Me gustaría competir contra uno de ellos por un puesto en la final”.

Unas declaraciones que denotan la confianza de un Vicent que sí se considera aspirante. “Sé que hay competencia y el cuadro que tengo es difícil. Yo entreno para ello y lo voy a dar todo. Que sea lo que tenga que ser”, puntualiza.

Y es que este año es el primero donde Vicent se pudo preparar el mano a mano de verdad. A excepción de este campeonato, el resto de la temporada se participa en equipo y la manera de jugar cambia radicalmente. “Hacemos ejercicios técnicos más específicos. Quinzes que no estás acostumbrado a cerrar, practicar uno contra otro o aprender a defenderte. Estás solo y no es la costumbre habitual. Tienes que parar el saque y prepararte el quinze tu solo”, detalla.

Vicent debutó en el Individual en 2020. Una campaña donde los trinquets se vaciaron a causa de la pandemia y las partidas a puerta cerrada fueron la tónica habitual. Vicent cayó de primeras ante Ian, campeón en 2017, en casa, en Xeraco. No obstante, Vicent tuvo en sus manos la victoria, pero “la falta de madurez me pasó factura”, confiesa. En 2021, el resto volvió a perder en octavos, esta vez ante Seve. “Fue fatal porque llegué a la final de la Lliga, luego ganamos el Mancomunitats y seguido fue el Individual. No había preparado nada”, explica sobre una temporada donde el calendario fue atropellado por las restricciones de las autoridades por el coronavirus.

 

Este año todo ha cambiado. Vicent viene de ser campeón de la Lliga y eso le aporta un extra de confianza. “Estoy motivado y no nervioso. Si pierdo no será una decepción. Juego contra Marrahí que es un veterano en esto. Si gano, pues eso que me llevo. Me quedan muchos años de carrera y de las derrotas también se aprende”, comenta. Con el título liguero en su palmarés, Vicent también ha ganado en “tranquilidad y en quitarme esa presión del público. El año pasado jugué varias finales con los trinquets llenos y esa presión de una final, o ahora yo solo, te calma. Eso es necesario para rendir al 100%”.

 

Así mismo, Vicent empezó a preparar el mano a mano “nada más terminé la Lliga. Me he enfocado en el Individual”. Además, el xeraquer viene de una lesión en el tobillo que lo apartó en plena disputa del Torneig Mancomunitats. “Siempre viene bien descansar, pero estar parado por una lesión nunca gusta. Lo jodido es ver cómo has perdido ese nivel de forma y recuperarlo cuesta. En el gimnasio entrenas igual, pero estás acostumbrado a jugar y sentirte bien. Tener el tobillo vendado te resta confianza. Pasa factura, pero ya es pasado”, detalla sobre un dolor que ya remitió.

Vicent abrirá su participación en la trigésimo sexta edición del Individual ante Marrahí, también campeón en 2014. Será el próximo sábado en La Llosa de Ranes y el de Xeraco sabe que su rival “cuenta con esa experiencia y estará tranquilo. No habrá presión para ninguno, pero la juventud tiene hambre. Estamos aquí y queremos demostrarlo”. No le queda otra al de Xeraco si quiere cumplir con su sueño, “entreno para ello, tengo esa ilusión”, añade un pilotari que ya no cuenta con la presión de ganar un título grande y que es la bandera del presente y futuro del raspall.