Moltó recupera la confianza de la cátedra

En el deporte, no hay mayor reconocimiento que salir vitoreado por los aficionados. El camino a la gloria está así descrito. La pilota tampoco escapa de ello. La cátedra puede ser crítica a más no poder con el mínimo fallo, pero si ven que hay un esfuerzo por la victoria, no habrán más fieles que ellos. Bien lo puede contar Alfonso Moltó. El triunfo del pasado viernes en la final del 'I Trofeu de Xeraco – Gran Premi MasyMas' fue mucho más que un título. Las sensaciones que dejó el resto de Barxeta a lo largo de la semana, fueron similares a aquellas que sintió como el gran campeón que dominó el final de la década pasada. Un paso adelante para recuperar el estatus ganador, pero sobre todo para revivir el disfrute por el juego.

«Hacía tiempo que buscaba esa sensación y conectar con el público. Parece que vuelva mi mejor manera de jugar. En Xeraco, lo encontré», comenta Moltó, el cual no quiere obviar la buena pareja que formó con Canari. «Llevamos toda la vida jugando y nos compenetramos muy bien», añade. Pudo ser distinto, puesto que Moltó y Canari salieron «desconectados y el público nos lo recriminó. Hubo un intercambio extraño de juegos, pero conforme avanzaba la partida, yo iba a más. Era nuestro momento y Canari también vio que estaba fuerte. Me dijo que había que aprovechar mi raspada y que subiera a rematar», explica el barxetà. Todo esto provocó una reacción en los espectadores fuera de lo normal. El griterío y los aplausos gustaron tanto a Moltó, que lanzaba besos al aire como respuesta. «Fue especial y emocionante. Lo creó la partida. La afición es agradecida cuando rindes. Últimamente el público hasta me silbaba porque mi rendimiento no era el esperado. Yo lo sé», puntualiza. Y es que Moltó ha pasado de ser la gran estrella en la modalidad de raspall, a ver cómo las nuevas generaciones cogen ese protagonismo. «Todo evoluciona y el juego es mucho más rápido. El estilo no puedes cambiarlo, pero sí adaptarlo. Si encuentro mi juego, disfruto. Mis compañeros marcan el nivel, pero yo compito contra mí mismo y así es como me supero. Soy competitivo, quiero ganar», analiza. Un proceso en el que se encuentra Moltó desde finales del 2021 y que solo pudo ser frenado por una lesión en plenas semifinales de la Liga. Ahora, Moltó encuentra la luz antes de encarar la Copa en el mes de septiembre.