La plata más valenciana

La Comunitat Valenciana tiene la suerte de tener a dos de las deportistas que han conseguido la plata en gimnasia rítmica en los Juegos de Río 2016. Las valencianas del equipo ganador, Elena López y Alejandra Quereda, han luchado muy fuerte para conseguir este sueño. Sus respectivas localidades, Turís y Alicante, nunca olvidarán este logro.

Elena López ha tenido que pasar por dos operaciones de rodilla para estar en Río

«Llevo más de media vida en la gimnasia, así que luego me gustaría hacer otras cosas», dice la valenciana, de quien destacan su timidez

«El dolor es temporal y la satisfacción es para siempre». El lema del conjunto español que logró ayer la plata encaja a la perfección para Elena López. En cuanto se habla con ella destaca su timidez. «Es más cerrada que otras hasta que se relaja y se abre. Requiere suavidad, abrazos, más atención», afirma la entrenadora de la selección, Anna Baranova. Por ello, le incomoda hablar de las dos lesiones a las que ha tenido que vencer para ir a Río.

«Es que no me gusta que se comente sobre eso», protesta. Primero fue el menisco, y luego el cartílago. Ha tenido que pasar por el quirófano dos veces, en 2013 y 2015. No tenía ninguna duda, iba a estar en estos Juegos. Los de la medalla. «La satisfacción es para siempre», proclama el lema que lleva tatuado en la mente, como esos aros olímpicos que le dibujaron en Londres en el cuello.

A los 13 años se mudó a Madrid, a por ese sueño que ayer se convirtió en realidad. Tiene claro que será profesora de gimnasia, aunque a nivel profesional quiere hacer otras cosas: «Es que llevo más de media vida en esto».

Alejandra Quereda ha tenido vocación de médico desde niña

«Cuentan que jugaba a curar a las muñecas. No he elegido especialidad pero me gustaría seguir vinculada al deporte», afirma la capitana

Alejandra Quereda no quería ser gimnasta desde pequeña, por mucho que su madre practicase este deporte. De hecho, a ella la apuntaron primero a ballet, a pesar de que luego se decantase por la modalidad que practicó su progenitora. Lo que a ella le atrae desde niña es la medicina, carrera que lógicamente decidió estudiar: «Dicen que jugaba a curar a las muñecas. No he elegido especialidad pero me gustaría seguir vinculada al deporte». Está en tercero, aunque los entrenamientos de siete horas diarias no le han permitido este año avanzar al nivel que le gustaría.

Y eso que el perfeccionismo está entre sus cualidades. «Es una líder, la que tira del equipo hacia arriba», comenta la entrenadora del conjunto que ha logrado la plata en Río, Anna Baranova. No resulta extraño que ejerza de capitana. «Soy muy perfeccionista. El equipo me lo pone fácil, son todas muy responsables», asegura la gimnasta alicantina.

Vinculada a este deporte desde los ocho años, acumula más de 20 títulos nacionales. Tenía clavada la espina del cuarto puesto en Londres, aunque afirma que nunca soñó con ser olímpica: «Empecé porque me gustaba la gimnasia».

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